El anteproyecto del nuevo POUM contemplará una reserva de terreno entre los barrios de Bonavista y Campclar para que en un futuro pueda abordarse el traslado de la antigua Universitat Laboral. Esta es una de las propuestas que ayer daba a conocer el concejal de Territori, Xavier Puig, tras la última comisión informativa que se celebró antes de que se someta a votación el próximo jueves este primer borrador del documento que dibujará el futuro de la ciudad.
«Es un espacio muy atractivo y competitivo ideal para un equipamiento educativo que sea un revulsivo para los barrios de Ponent y el conjunto de la ciudad», afirmó el tercer teniente de alcalde. La propuesta busca cohesionar estos dos barrios con un equipamiento «con características de zona verde» que, por otro lado, limitaría con el Anillo Mediterráneo.
La anterior planificación urbanística contemplaba un uso residencial para esta zona. Sin embargo, el Ayuntamiento considera que era «un polígono poco atractivo», ya que por allí cruzan varias líneas de alta tensión, lo que «generaba unas importantes cargas» en cuanto al soterramiento. Esto ha hecho que no haya habido interés en su urbanización y que a día de hoy sea «un campo de rocas y polvo en el que ni siquiera crece el romero», decía Puig. Lo que se plantea ahora es que se haga un cambio de calificación y que los terrenos se destinen a equipamientos. Y, en concreto, a «un equipamiento educativo público de gran dimensión».
La solución que se propone busca cerrar esta «herida abierta», en un ámbito que ocupa «una posición estratégica y muy valiosa desde un punto de vista equipacional», decía Puig. Así lo ha transmitido el Ayuntamiento a la Generalitat que, según explicó el concejal de Territori, ya conoce esta opción y ya la está estudiando, teniendo en cuenta que en última instancia será la administración catalana la que deberá decidirlo.
El Complex Educatiu necesita una superficie de entre 40 y 50 hectáreas de terreno y la alternativa que propone el Consistorio son 47,5 hectáreas. «Cuando piensas a largo plazo vemos que es un emplazamiento buenísimo, mejor que el existente», apuntaba Puig, quien defendió que «es un agujero hecho a medida».
47,5 hectáreas de terreno ocupa este sector, que en el anterior POUM estaba previsto para el crecimiento residencial de Ponent
De momento, tan solo es una propuesta que formará parte de este anteproyecto del POUM y que deberá verse si prospera en el marco del proceso participativo que se abrirá ahora. Pese a ello, la administración local defiende la necesidad de que este documento tenga en cuenta la opción del traslado. «Es una alternativa que ofrecemos a la Generalitat, por si más adelante la necesita, que no sea que no tengamos espacios».
El traslado del Complex Educatiu es una cuestión que desde hace muchos años planea, pero que hasta ahora no se ha abordado de forma específica. Las instalaciones construidas a finales de la década de los cincuenta necesitan una puesta al día. «Es un equipamiento que requiere de una gran inversión y que tiene mucha actividad humana, lo que hace que los crecimientos en los alrededores hagan que no sea el espacio ideal», apuntó el edil republicano. Con los años, el complejo ha quedado rodeado por la industria química y el puerto, que está creciendo en esta dirección. De hecho, esta misma semana el presidente del Port de Tarragona, Josep Maria Cruset, explicó la compra de unos terrenos de 200.000 metros cuadrados en este ámbito, que eran titularidad de la Generalitat y formaban parte del dominio público portuario, que permitirán el crecimiento de la terminal de La Boella y de la superficie destinada a carga general.
El entorno de Sescelades también tendrá unos terrenos reservados con finalidades tecnológicas, investigación e innovación, por si la universidad necesita seguir creciendo.
