El debate sobre el futuro POUM de Tarragona avanza a marchas forzadas, ya que el Equipo de Gobierno quiere aprobar el primer borrador del documento en un pleno extraordinario a finales de este mes de octubre. En consecuencia, ayer se celebró una comisión informativa con los diferentes grupos políticos en la que el equipo de Territori daba a conocer algunas de las líneas estratégicas en materia de infraestructuras.
Una de las propuestas pasa por la construcción de un bypass ferroviario que desviaría el tren desde Vila-seca en el ámbito del polígono Francolí y que enlazaría con la estación del AVE Camp de Tarragona. Este nuevo trazado, de unos 6,5 kilómetros de longitud, discurriría en paralelo a la A-27 y se prevé que sea soterrado, evitando que se genere un efecto barrera. Asimismo, está vinculado a la construcción de una nueva estación soterrada en la Horta Gran, que pasaría a ser la futura terminal urbana de la ciudad.
«Es una propuesta que tiene muchas fortaleza, ya que acerca el AVE al centro de la ciudad y nos permitiría conectar de forma rápida con la línea de la frontera francesa a Valencia y el AVE Madrid-Barcelona», defendió el concejal de Territori, Xavier Puig. Al otro lado de la balanza, al que hace referencia a las debilidades, está que se estima que supondría una inversión alta en cuanto a dinero y tiempo.
La propuesta está vinculada al futuro desarrollo urbanístico que se prevé en el ámbito de la Horta Gran y su entorno, al que se le quiere dar un papel protagonista en el nuevo POUM. El Gobierno apuesta por este entorno como una pieza clave para la cohesión de ciudad entre el centro y los barrios de Ponent, dibujando una nueva centralidad.
El debate se sitúa entre la estación en la Imperial o en la Horta Gran
Esta no es la única alternativa que se planteará en materia ferroviaria. Y es que el POUM también incluirá la propuesta que contemplaba el Pla Territorial Parcial del Camp de Tarragona según la cual la nueva estación se dibujó en la plaza Imperial Tarraco. «Tendría una capacidad intermodal muy destacable ya que podría llegarse a pie, en bicicleta, con el bus urbano e interurbano, además del futuro tranvía», afirmó Puig. Esta opción implica un soterramiento de la vía desde desde Ponent a Llevant y abriría la posibilidad de una futura parada en este último ámbito.
Puig defendió que la alternativa del bypass del Francolí «si se mira a largo plazo es la que tiene más potencial». No obstante, el nuevo POUM quiere hacer la reserva de suelo para las dos, ya que cuando llegue el momento de abrir el debate definitivo la ciudad debe estar preparada para que pueda tirarse adelante cualquier de las dos alternativas.
Una tercera posibilidad sería mantener el trazado actual con el tercer carril, la estación de los pasajeros en el Passeig d’Espanya y un futuro bypass en el Gaià o a la altura de L’Arboç. No obstante, el Gobierno municipal no se decantaría por esta alternativa, ya que considera que «consolida la línea que pasa junto al mar» y, por tanto, no permite la recuperación de la fachada marítima.
El calendario prevé la aprobación del primer borrador del POUM antes de fin de mes
Junto a la A-27
En cuanto a la ubicación definitiva de la estación en la Horta Gran, esta deberá acabarse de definir en el proceso que se abrirá a partir de ahora. No obstante, el objetivo es que esta se sitúe en los terrenos entre la T-11 y la N-340, lo más cerca posible del trazado de la A-27.
El Ayuntamiento también valora que, con la construcción del bypass del Francolí, «estamos liberando la fachada marítima» ya que la mayoría de los trenes pasarían por el nuevo trazado. No obstante, no se descarta que pudiera mantenerse una parte de la infraestructura como red «blanda» de forma que pudiera circular el tranvía.
No obstante, cualquier de estas propuestas pasa por sacar las mercancías de la vía de la costa y esta es una de las prioridades de la ciudad ahora mismo. También desde el Port de Tarragona se está trabajando en esta línea y ya se están impulsando los estudios para la salida definitiva. «Con los pasajeros hacia el norte y las mercancías hacia Ponent, la línea actual queda desafectada para que podamos sacarla o reconvertirla», apuntó Puig.
Para el jueves de la semana que viene se ha convocado una segunda comisión informativa en la que se someterá a votación este primer borrador del POUM, que posteriormente se debatirá en el pleno. De momento, este todavía no se ha convocado, aunque se sopesa que pudiera producirse el día 27 de octubre. A partir de ahí se pondrá definitivamente en marcha el proceso participativo, que ya se ha iniciado a nivel interno pero que a posteriori deberá abrirse al conjunto de la sociedad. Y es que el objetivo, según recordó el concejal de Territori, es que «es fundamental que seamos capaces de tramitar un POUM en tres años, que es el periodo en el que estarán en vigor las normas urbanísticas».
