«Sabíamos que hacían el Mercat Medieval pero como no hemos visto nada en la Catedral, hemos pasado de largo. Suerte que nos lo han dicho después», explica Ariadna, una vecina de Tarragona que no se había enterado de la nueva ubicación de este mercado que ha vuelto este fin de semana con su 32a edición y con un nuevo escenario. La Catedral ya no custodia sus puestos, este año, el Mercat Medieval se ha trasladado a la Plaça de la Pagesia y a la Plaça de la Rumba, un cambio que, sin duda, es lo más comentado por sus paradistas.
«Este año está costando un poco más, la Catedral es mucha Catedral. Era un escenario incomparable», comenta Lluís mientras cose uno de los muchos sombreros de época que vende en su puesto. Un opinión compartida por muchos de sus compañeros, como es el caso de Karina, vendedora de un puesto de aceitunas, quién no entiende muy bien el por qué de este cambio de ubicación: «Creo que nos ha desfavorecido a todos en general. Algunos vecinos de la zona tampoco me han sabido explicar muy bien la razón por la cual se ha tomado esta decisión. Espero que el año que viene podamos volver donde siempre».
Más allá de los puestos de artesanía, también se puede disfrutar de música y espectáculos
La decisión responde a cuestiones de seguridad y fue tomada por el Ayuntamiento hace meses, debido a las obras de emergencia en Casa l’Ardiaca, situadas junto a la Catedral. Aunque los trabajos han terminado, se ha optado por mantener la nueva localización.
A pesar de este cambio y de un sábado que empezó un poco gris y que hizo que muchos visitantes llevaran el paraguas en la mano, la afluencia de gente fue buena y regular según Miguel, uno de los paradistas. «Yo creo que la gente que suele venir al Mercat Medieval va a venir igual aunque sea en otro sito. Además, no estamos muy lejos. Confío en que sea una buena edición pero no será comparable con la del año pasado. Como hubo puente festivo se multiplicaron las ventas», expresa Miguel mientras anuncia con mucha energía y una sonrisa sus perfumes a todos aquellos y aquellas que pasan por delante de su puesto.
Tres plantas, tres ambientes
Y de multiplicaciones a divisiones, porque Rodolfo, al frente de un puesto de frutos secos, ya tiene muy claro que el número de ventas supondrá un tercio de lo recaudado en las últimas ediciones: «Todo el mundo pasa por la Catedral. Además, el circuito ayudaba a que todos hicieran el recorrido completo del mercado, ahora está muy separado».
Una separación que podríamos estructurar en tres plantas. La primera, la ubicamos en la Plaça de la Pagesia, en la que encontramos puestos de comida y también juegos tradicionales de madera para los más pequeños. Subiendo las escaleras, frente al rectorado de la URV, la segunda planta, la más extensa, llena de puestos muy diversos. Encontramos todo tipo de productos, eso sí, con el sello artesanal y con la magia medieval que sus paradistas ponen con algún detalle en su vestimenta: desde bisutería a velas, pasando por juguetes, complementos, productos esotéricos y pequeñas tiendas donde consultar tu futuro.
En la tercera y última planta: alimentación con espectáculo. En la Plaça de la Rumba, el olor a brasa es el protagonista. En el centro de la plaza encontramos una taberna donde tomar algo, comer o cenar. Justo al lado, una jaima árabe que consigue conquistar el interés de muchos. «Queríamos probar alguna de las bebidas tradicionales árabes. Hemos dado una vuelta porque estaba lleno», explica Elena, que junto a sus amigas ya disfruta de una peculiar infusión que según comentan, ha merecido la pena esperar. Además de la diversidad de puestos, durante la jornada del sábado, los visitantes del mercado pudieron disfrutar de la actuación del grupo de música tradicional Kobla d’en Taudell y de un espectáculo de marionetas a cargo del grupo Invisible Titelles.
Gegants y Ball de Bastons
Las actividades también estarán presentes durante la mañana de este domingo. A las 11.30h se realizará una plantada de gegants y un pasacalles. A las 12.30h, la Kobla d’en Taudell volverá a poner la banda sonora de este Mercat Medieval junto al grupo la Bola Màgica. Las dos bandas recorrerán las calles para que la música llegue a todos los puestos. Para terminar la mañana, el Ball de Bastons de Tarragona ofrecerá una pequeña actuación para animar un poco más la última jornada –que cerrará a las 21.30 horas– de este mercado.
