Si no los ha visto todavía es solo cuestión de tiempo que se los encuentre. Por las calles de Tarragona circulan ya tres autobuses que funcionan con hidrógeno verde. Son apenas una incipiente muestra de lo que significará este tipo de energía en nuestro futuro. Eso sí, quienes están involucrados en el desarrollo de la tecnología aseguran que se necesita paciencia.
Así quedaba en evidencia ayer en el Tinglado 1 del Port de Tarragona que se convirtió en escenario de excepción para conocer cuáles son las tendencias respecto a esta tecnología. Allí se celebró el II Foro del Corredor del Hidrógeno Verde, una iniciativa para compartir experiencias y sumar esfuerzos entre Navarra, Aragón, País Vasco y Catalunya.
A la reunión de primer nivel asistieron representantes de las administraciones de los cuatro territorios, pero especialmente miembros de empresas que están trabajando en el sector.
De hecho durante una de las mesas redondas del foro se preguntaba a los asistentes (la sala estaba a rebosar) cuántos pertenecían a empresas que están trabajando en algún proyecto de hidrógeno verde y más tres cuartas partes del auditorio levantaba la mano. Eso sí, si se seguía preguntando sobre el grado de implementación de aquellos proyectos las manos levantadas ya eran menos.
En resumen, que el sector necesita tiempo para madurar. Ya lo explicaba Isaac Justicia, director de la oficina técnica del Valle del Hidrógeno de Catalunya. De un tiempo a esta parte asistimos a una guerra de cifras entre regiones y países anunciando millones en inversiones y «conviene bajar el suflé». En el mismo sentido hablaba José Ignacio Zudaire, presidente del Corredor Vasco del Hidrógeno: «Hay que ser pacientes, no lo podemos convertir en una burbuja».
Pero hechas todas estas advertencias, ayer era el momento de conocer las experiencias que ya están en marcha en los territorios. En este sentido el Conseller d’Empresa i Treball, Roger Torrent aseguraba que «la colaboración interterritorial es clave para ser competitivos en las transformación del modelo productivo donde el hidrógeno verde será fundamental». Aseguró, además, que «Europa sabe que este eje es muy importante».
Experiencias en marcha
A la hora de explicar el panorama en Catalunya, Justicia apuntaba que ya hay un buen número de proyectos en avanzado estado de maduración. Un foco indudable de todo este desarrollo tecnológico, explicaba, está en la industria petroquímica de Tarragona y en la conexión con el Port. «Tarragona es el epicentro de la transformación energética de nuestro país», sacaba pecho el presidente del Port de Tarragona, Saül Garreta.
En lo concreto, la Directora General de Energía del Gobierno de Navarra, explicaba por ejemplo, como algunas industrias de su región han comenzado a cambiar sus calderas para poder usar hidrógeno; o cómo la administración se está adaptando para facilitar el trámite de los permisos.
En el País Vasco Zudaire explicaba como en Bilbao ya cuentan con un el primer electrolizador de 2,5 MW. «Nos ha costado, pero tenemos que aprender haciendo», reconocía. Ahora trabajan, asegura, en usar el hidrógeno verde en las nueve plantas industriales que consumen más energía del País Vasco y que necesitan descarbonizarse.
Guillermo Figueruelo, responsable del Area Estratégica de la Fundación Hidrógeno de Aragón, hablaba de un ecosistema consolidado y un entorno favorable para producir hidrógeno (disponibilidad de suelo, agua...). Allí su reto no es solo exportar sino atraer industrias.
La lista de retos del hidrógeno es larga. Se trata no solo de encontrar maneras más económicas de producir y reducir el precio, sino también de aumentar la demanda. El agua, necesaria para producir, será, de hecho, uno de los desafíos más importantes. En este sentido Catalunya, señala Justicia, está trabajando en un proyecto para regenerar el agua de uso industrial en coordinación de la AEQT de Tarragona.
Al final del foro los participantes pudieron realizar reuniones ‘exprés’ para que empresas y entidades pudieran conectar. El encuentro fue una muestra de que el hidrógeno verde despierta gran interés... Pero no hay que meterle prisa.
