Una decena de municipios del Alt Camp, Tarragonès y Baix Penedès están trabajando conjuntamente para abastecerse con agua del río Ebre.
El proyecto está en una fase inicial, pero los diferentes ayuntamientos ya han mantenido reuniones con el Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT), el Departament d’Acció Climàtica y la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) para estudiar las necesidades de cada pueblo y analizar cómo se podría ofrecer el suministro.
La opción que tiene más peso actualmente es hacer una tubería desde Valls hasta Salomó, de la cual saldrían ramales hasta cada municipio. El siguiente paso es reunirse con la Diputación de Tarragona para que ayude a financiar las obras, que los consistorios no pueden asumir.
Entre los municipios interesados estarían Alió, Aiguamúrcia, Bràfim, Puigpelat, Montferri, Rodonyà, Vila-rodona, Vilabella, Masllorenç, el Montmell y Salomó. De momento ya se han celebrado dos reuniones entre los municipios y los otros organismos implicados y la sintonía, aseguran diferentes fuentes, es buena. Incluso no se descarta que el proyecto se abra a otras localidades de la zona. El último encuentro fue un mes antes de las elecciones al Parlament y hasta que no haya nuevo gobierno de la Generalitat probablemente no se hará ninguno más.
Los efectos de la sequía han hecho que algunos de estos pueblos tengan dificultades para garantizar el suministro de agua, especialmente por la bajada de las reservas de los pozos de los que se abastecen. La solución pasaría por recibir agua desde el CAT, que la capta del río Ebre y la facilita a sus consorciados, 69 ayuntamientos y 26 empresas del Camp de Tarragona y Baix Penedès. Para poder disponer del recurso, pues, los municipios deberán adherirse al consorcio, pero como son un número importante y se trata de un proyecto conjunto se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de crear una mancomunidad.
«Tenemos la misma problemática que muchos municipios, que con la sequía ha bajado el nivel freático de los pozos. Decidimos unirnos y hablar con el CAT y el ACA para ver qué posibilidades había de tener agua del Ebro», expone José María Roldán, alcalde de El Montmell. Su homólogo de Vila-rodona, Josep Maria Comas, detalla más cómo han ido los encuentros: «el CAT tiene la capacidad de poder suministrar una cantidad de agua, y lo que se evaluó era que los ayuntamientos lo tuviéramos claro». «Se habló de unas cifras a grosso modo, de cómo podría ser el reparto en función de las previsiones de consumo de cada uno», indica Comas.
Hay que tener en cuenta que algunos pueblos, además del consumo de agua potable, también tienen polígonos industriales, que también se podrían ver beneficiados de la conexión. «¿Nuestra industria, que es logística, la necesita? ¿En caso de incendio, tenemos suficiente? Hay muchos elementos a valorar», expone Comas.
La propuesta tendría el beneplácito de los servicios territoriales de Acción Climática en el Camp de Tarragona, -que han rechazado hacer declaraciones- que verían la propuesta como una buena opción para minimizar los efectos de futuras sequías. «Debe ser una apuesta de país», reivindica Roldán.
Financiación
Más allá de los trámites administrativos para asegurarse una dotación de agua, el gran problema que ven los alcaldes es la financiación de las obras. «Cuando hemos hecho números nos hemos llevado las manos a la cabeza», ejemplifica el alcalde del Montmell. «Es una inversión importante y la cifra puede variar mucho», reafirma Comas.
La esperanza es la Diputación de Tarragona, con quien quieren hablar. El ente supramunicipal está financiando muchas infraestructuras hidráulicas en la demarcación y uno de los eslóganes que ha utilizado con frecuencia su presidenta, Noemí Llauradó, es que «este es el mandato del agua». Actualmente hay en marcha un proyecto en la Conca de Barberà con muchas similitudes con el que se quiere impulsar en el entorno del Alt Camp, y la Diputación y el ACA han participado activamente. «La Diputación está con los fondos europeos, y los ayuntamientos podemos pedir que nos redacten los estudios con los servicios técnicos», señala el alcalde de Vila-rodona. Un tipo de colaboración que el ente ya ha realizado en diferentes lugares. De momento, sin embargo, nadie se atreve a hacer una estimación del coste que podría tener el proyecto.
