Notó el golpe, vio la sangre y cayó de rodillas en la acera de la calle Ernest Vilches Domíngues, uno de los viales próximos al Parc del Francolí de Tarragona. La madrugada del día de Santa Tecla, el 23 de septiembre, un padre de Reus de 49 años recibió una agresión con un objeto contundente poco después de las 2 de la madrugada.
Las heridas fueron graves: nariz rota y puntos de sutura en la cara y la cabeza. El dolor persiste, aunque no ha cogido la baja y ha seguido trabajando, admite la víctima. Alguien le dio aquella madrugada con saña y luego huyo, cobarde, antes de que nadie le pusiera nombre o una descripción precisa. Costó poner la descripción de alguien en la denuncia presentada ante los Mossos el domingo día 24. Un chándal, el color del pelo y poco más.
El padre (prefiere mantener su nombre en el anonimato) había venido en coche desde Reus en busca de su hija, que estaba de fiesta en el Parc de Francolí en la tradicional Empalmada. El novio había llamado. Ella se encontraba mal, mareada. Estaban en la calle Ernest Viches Domínguez sentados en la acera esperando el transporte.
«Llegué y aparque en doble fila. Cogí a la niña y la senté en el coche y cuando iba a subir al asiento del volante oí como alguien se mofaba de ella», explica el padre. Se giró y se enfadó con el niñato al que admite coger por el cuello. Y hasta aquí su ‘agresividad’. Luego le dieron con el objeto (se especula que podría ser una botella de cristal de culo grueso como las de licor de manzana o melocotón) y cayó de bruces en la acera, donde la mancha de sangra era visible los días posteriores.
Mossos recibió la alerta a las 2.55 horas han confirmado hoy fuetes policiales. Y una patrulla acudió al lugar. También una ambulancia del SEM, que derivó al padre a urgencias del Hospital Joan XXIII. «No perdí el conocimiento pedi que llamaran a un familiar y dejé las llaves del coche al agente para que pudieran llevarse a mi hija y el coche», explica la víctima. Él salió de urgencias pasadas las 8 y de allí se fue a casa.
El domingo a la hora de comer presentó denuncia en la comisaría de Campclar, todavía con el dolor de la agresión. Toma calmantes para ello. «A medida que han pasado las horas reflexionas sobre lo sucedido. Podía haberme quedado allí. Un golpe certero, una caída en mala posición... y mi hija también siendo testigo de ello», reconoce.
Mossos ha abierto una investigación de lo ocurrido. Intentan localizar alguna cámara que pudiera dar con imágenes provechosas y alguna pista por la que empezar. Es la única agresión que se conoce de las fiestas patronales de Tarragona de esta edición y la segunda persona herida tras el incidente de la traca del pasado domingo.