Este viernes el pleno municipal del Ajuntament de Tarragona ha aprobado adjudicar el nuevo contrato de basura y limpieza urbana a GBI Paprec. Lo ha hecho con los votos a favor de PSC, Esquerra Republicana y Junts, la abstención de En Comú Podem y PP y el voto en contra de VOX.
El contrato será efectivo para los próximos 10 años, con un coste de 23 millones de euros al año. El global del contrato asciende a 233 millones de euros, significando este el contrato municipal de mayor cuantía económica.
De esta manera, la empresa francesa tomará el relevo de FCC Medioambiente, quien lleva este servicio desde el año 2002. La empresa prorrogo su contrato en 2010.
Durante el pleno, VOX ha pedido que se retire este punto del orden del día, alegando «falta de imparcialidad por parte de una técnica municipal». La propuesta no ha prosperado, ya que el resto de los grupos municipales no le han dado apoyo.
Sónia Orts, regidora de Neteja, ha asegurado que «esta aprobación es una gran noticia», celebrando que este contrato haya podido adjudicarse después de quedar desierto en 2023.
Orts también ha recordado que esta nueva licitación «aportará muchas mejoras al servicio», poniendo como ejemplo la implementación del porta a porta y los contenedores cerrados o la renovación de la maquinaria.
A partir de este viernes, las empresas licitadoras pueden presentar recursos al Tribunal Català de Contractes del Sector Públic, que tendrán que ser resueltas en un margen de dos o tres meses, ya que hay fondos Next Generation implicados en el proyecto.