La investigación judicial por el robo de joyas y relojes por valor de 231.000 en un establecimiento comercial de Tarragona el año pasado está a punto de concluir. En la causa figuran un hombre y una mujer como personas investigadas.
La magistrada incluso ya había dado por finalizada la instrucción. Sin embargo, la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Tarragona lo ha frenado a petición de la Fiscalía. Esta solicitaba que se autorizara a los Mossos d’Esquadra para obtener información del volcado, tarificación y posicionamiento de determinados números de teléfonos intervenidos a la mujer en el momento del arresto. Ello fue denegado inicialmente por la magistrada, pero la Fiscalía lo considera necesario para completar la fase de investigación.
El 16 de marzo del año pasado, un individuo disfrazado de mujer mayor se presentó en una joyería situada en la Rambla Nova de Tarragona. Una vez dentro, colocó la muleta en la puerta de seguridad y sacó un arma de fuego. Se marchó con el botín. En el exterior le esperaba una mujer.
Unos días después, se activó un dispositivo de localización y detención de ambos, que se encontraban en la misma ciudad de Tarragona y donde fueron arrestados. En el cacheo, se les localizó varias joyas y relojes, algunas de ellas piezas y modelos de alto valor, 45.000 euros en efectivo y el arma de fuego utilizada en el atraco.
Los Mossos supieron que había otro vehículo involucrado en el robo, que esperaba al ladrón al exterior de la joyería. Localizaron el vehículo y comprobaron que la ocupante, una mujer, se alojaba en un camping de Tarragona. Los agentes también encontraron una tarjeta de visita de una joyería del centro de Madrid y consiguieron atribuir una compraventa por valor de 6.000 euros de uno de los relojes de alta gama sustraídos en la tienda madrileña.
La Audiencia recuerda que se imputa a los detenidos que el día anterior al atraco ambos habían paseado por las inmediaciones de la joyería, aparcando enfrente de la misma y accediendo a la zona de los escaparates, que habrían estado observando, marchando del lugar en el mismo vehículo en el que huyeron después del robo.
Para los magistrados, se trata de conocer si la mujer había participado en la planificación del delito para determinar su grado de participación en los hechos.