Una moda ‘poco sana’ reina entre la población juvenil. Dispositivos muy accesibles, de diversos tamaños, colores y sabores, que han generado una atracción directa para los más jóvenes. Alrededor del váper existe la falsa creencia de que no resulta dañino y podría tratarse del substituto del tabaco. El neumólogo Xavier Aguilo, y la doctora Lourdes Rofes, responsable de la unidad, desmienten todas estas cuestiones y afirman que el vaper sí es dañino para quienes lo usan.
El vaping parece ser la nueva moda entre los jóvenes.
(X.A.) Ha calado en la sociedad un concepto erróneo de que lo consideran un sustituto del tabaco y que no es perjudicial. Pueden llegar a considerarlo como un juguete.
¿Por qué los jóvenes?
(X.A.) Ellos siempre han sido el objetivo de este mercado. Tanto del tabaco como ahora del vaping. Este tipo de perfiles son los más vulnerables porque son los que más se dejan influenciar y serán los futuros consumidores de tabaco y de vaping a lo largo de su vida. Ya sabemos que en todo esto hay un elemento de adicción común que es la nicotina, en el tabaco, sobre todo.
Lourdes Rofes: «Hay de colores y gustos diferentes y sin síntomas a corto plazo. Todo esto hace que sea más fácil que se mantenga»
¿Cuál es el principal problema en todo esto?
(L.R.) Son dispositivos muy atractivos para ellos. Hay de colores y gustos diferentes y sin síntomas a corto plazo, todo esto hace que sea más fácil que se mantengan.
Hay dispositivos que «supuestamente» no llevan nicotina y se ha demostrado que sí.
(X.A.) A pesar de que algunos especifican que no llevan nicotina, cuando realmente analizan el contenido, siempre suele haber. Esto es un problema. Los jóvenes no son muy conscientes de que el vaping puede perjudicar a la salud y que puede conllevar problemas cardiovasculares y pulmonares graves.
¿Se trata de un negocio?
(X.A.) Es un negociazo esto. Hay mucha gente que se gana superbién la vida. Es un poco lo que pasaba hace años con el tabaco. Las administraciones vienen con una doble batiente. Por un lado, es un negocio y genera seguidores, pero también ven que será un problema a nivel sanitario y no saben qué hacer. A veces se tiene la debilidad de tirar por la parte económica.
¿Más campañas de concienciación serían una buena opción?
(L.R.) Podría ser una opción. No se suelen hacer muchas y las que sí, se centran solo en el tabaco. El vaping se queda aparte, como si no fuese lo mismo ni perjudicial. El fumar tabaco lo ven algo de antiguos. Los vapers por el diseño y la variedad de sabores que presentan lo hacen muy atractivo y de este modo ya los tienen enganchados.
Xavier Aguilar: «No son conscientes de que puede conllevar problemas cardiovasculares y pulmonares graves»
¿Qué papel ocupan los padres en todo esto?
(L.R.) Los padres son importantes. La educación también depende mucho de ellos, pero a lo mejor, son padres fumadores o tampoco ven mal la utilización de los vapers porque piensan que es menos inocuo.
¿A qué edad empiezan a aparecer los primeros síntomas?
(X.A.) Depende mucho de la idiosincrasia personal y de la predisposición genética. Hay gente que se ve más afectada y también hay que tener en cuenta la cantidad que se fuma y los años que llevan fumando. Uno de los handicaps que tiene el tabaco es que la gente empieza a fumar de joven, no son sintomáticos y a lo mejor cuando empiezan a tener síntomas puede ser a partir de los 40 años. El problema es que cuando empieza a estar instaurada la enfermedad ya no hay marcha atrás.
¿En los hospitales ya han detectado problemas serios relacionados con el vaping?
(L.R.) Nosotros aún no hemos tenido la oportunidad de hacer un estudio. Pero, en EEUU afirman que la cantidad de jóvenes que vapean se ha más que doblado. Los efectos a largo plazo aún no los sabemos, y a lo mejor nos podemos llevar sorpresas. Ya hace muchos años que tenemos una consulta de tabaco en el hospital y ahora la SEPAR (Sociedad Española de Neumología) nos la ha acreditado siendo la primera en el Camp de Tarragona.