Es la cifra de la vergüenza. La que ojalá no existiera. De confirmarse el presunto asesinato cometido en Amposta, estaríamos hablando de la víctima número 35 por violencia de género en Tarragona en los últimos 21 años. Justo en 2023 se cumplieron dos décadas del primer crimen machista que se contabilizó en la demarcación. Fue el de la doctora Gloria Sanz, asesinada a principios de 2003.
Se trató de la primera de una serie de nombres que no caerán en el olvido, como el de Carmen, asesinada en Vila-seca en 2016, con 44 años, o Kelly, de 17 años y de Reus, también asesinada, en este caso, en 2019. El último contabilizado fue el de Laura, de 41 años. Ocurrió el pasado 17 de septiembre en Tarragona.
El publicado durante el pasado lunes fue, supuestamente, el primer crimen por violencia de género registrado en Tarragona este 2024. En 2023 y en 2021, dos de los peores años, llegaron a producirse tres. En total, fueron dos víctimas en 2003, tres en 2004, dos en 2005, cuatro en 2007, tres en 2009, dos en 2010, una en 2011, cuatro en 2012, una en 2013, dos en 2014, dos en 2016, una en 2017, una en 2019 y tres en 2021 y en 2023.
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, dependiente del Ministerio de Igualdad, radiografía que tan solo siete de las 35 mujeres asesinadas en la demarcación habían denunciado a su agresor con anterioridad.
En veinte casos no existía dicha demanda y en siete no consta. Se presupone que sí que la habría en el caso de Amposta, pues, al parecer, pesaba sobre el detenido una orden de alejamiento.
Las estadísticas también ponen de manifiesto que, en un 64% de los casos, la víctima y el asesino convivían bajo el mismo techo, mientras que en el 36% restante ya no había una relación diaria entre ambos.
Por otra parte, en 26 de las 35 ocasiones, los implicados aún eran pareja, mientras que en seis eran expareja y en tres estaban en fase de separación. De todos los agresores, en 26 casos no existió tentativa de suicidio posterior, mientras que en uno sí –pero no consumada– y en ocho llegó a consumarse.
Las llamadas al 016 –el teléfono de información, asesoramiento jurídico y de atención psicosocial inmediata a todas las formas de violencia de género– no paran de crecer desde 2019 y el año pasado llegaron a ser 1.321 en Tarragona, más de tres cada día. Entre todas las consultas, contando también mensajes de texto, correos electrónicos y chats, el dato ascendió hasta las 1.497, un 13,3% más que en 2022.
Otra prueba del problema que continúa viviendo la sociedad son los registros de dispositivos electrónicos de seguimiento a mujeres. Son 151 instalaciones las que se han llevado a cabo desde el año 2009, dieciséis de las cuales aún continúan activas.
Cada año hay más denuncias
Las estadísticas que hace públicas el Consejo General del Poder Judicial de forma trimestral muestran que, durante todo 2023, se interpusieron un total de 3.231 denuncias en la demarcación por violencia de género.
Son un 9,6% más de las 2.948 que se pusieron en 2022 y la segunda cifra más alta de la historia. Solo en 2017 y en 2008, con 3.352 y 3.234, hubo más demandas, tal y como exponen los datos disponibles.