Casi cuatro de cada diez alquileres existentes en la actualidad en la demarcación se encuentran por encima del esfuerzo máximo recomendado para las familias con ingresos medios, que establece que, como máximo, deben destinar un 30% de sus ingresos a sufragar su vivienda. Son datos del portal Idealista, que indica que, en Tarragona, el precio del 63% de las viviendas está por debajo del límite razonable.
Tarragona es la vigesimoprimera demarcación con una tasa de esfuerzo mayor
Esta estadística tiene en cuenta el coste de la oferta actual de pisos de dos habitaciones en alquiler, ya que, según el último Censo de Población y Viviendas publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la mayoría (28,7%) de hogares en la demarcación están formados por dos personas.
La situación de Tarragona no es de las más sensibles: hay capitales como Málaga o Palma en las que tan solo un 6% del parque es económicamente apto para una familia con ingresos medios de la respectiva ciudad. Además, la tasa media de esfuerzo en Tarragona no llega al 30%: se sitúa en un 25%.
La demarcación está situada en el puesto 21 de 52 –contando provincias más las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla– de territorios en los que hay que efectuar un mayor esfuerzo para pagar el alquiler.
La situación de Tarragona no es de las más sensibles: hay capitales como Málaga o Palma en las que tan solo un 6% del parque es económicamente apto para una familia con ingresos medios de la ciudad
Es uno de los múltiples efectos que tiene la constricción de la oferta disponible durante los últimos meses. Tal y como se vislumbra en la última Encuesta de Características Esenciales de la Población y las Viviendas (ECE-POV) publicada por el INE, un total de 60.135 hogares son de alquiler en Tarragona. Con lo cual, el arrendamiento es la opción para un 18,4% de viviendas tarraconenses.
La accesibilidad a la vivienda es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la sociedad actual, especialmente la juventud.
La escalada de precios intensifica la pérdida de poder adquisitivo y, por otra parte, continúa agravando los problemas para conseguir una hipoteca en la actualidad. Muchos optan por el arrendamiento, pero terminan pagando cantidades estratosféricas, en algunos casos, no justificadas.