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«Algunas zonas de Tarragona cercanas al Francolí pueden estar en riesgo de inundación»

El experto Carles Ibáñez explica al Diari que el territorio debe prepararse ante el posible aumento de lluvias fuertes y los nuevos escenarios climáticos

17 noviembre 2024 20:53 | Actualizado a 18 noviembre 2024 14:00
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¿Cuál es el motivo de fondo de que la dana haya terminado en esta tragedia?

Es la combinación de tres factores. Uno es una lluvia muy excepcional. El otro es que no se dio la alerta a tiempo. El tercero, es la alta densidad de población e infraestructuras en zonas inundables.

¿Uno de los principales errores sería esta manera de gestionar el territorio?

Desde los años 60, el desarrollo urbanístico no ha tenido en cuenta la realidad que ya existía antes del cambio climático y que ahora se ha agravado. Incluso en los 90 y 2000 se siguió construyendo en zonas que potencialmente eran inundables, como se ha podido comprobar. En ese momento ya existía una normativa que teóricamente restringía o prohibía la construcción en esos lugares, pero no evitó la ocupación del territorio hasta muy recientemente.

¿Se ha tenido en cuenta la circulación del agua para la configuración urbana?

No. Solo se ha tenido en cuenta para situaciones de crecida más moderada, pero en períodos de crecidas más grandes, claramente no. Todos los expertos sabemos que muchas zonas de Catalunya y de otras partes están en riesgo si se produce una crecida suficientemente grande. Es una realidad incómoda con la que debemos enfrentarnos y hacer algo al respecto.

¿En Tarragona estamos bien adaptados a estos nuevos escenarios climáticos?

No, en absoluto. Estas lluvias pueden causar crecidas en ríos, arroyos y barrancos que claramente pueden afectar a Tarragona, como ya ha sucedido. También pueden causar temporales marinos, pérdidas de playas y daños en infraestructuras costeras, como campings o paseos marítimos. Esto va empeorando. El nivel del mar sube y es posible que aumente la frecuencia e intensidad de lluvias fuertes. Si no estamos preparados para la situación actual que ya conocemos, mucho menos para la futura, que será aún peor.

¿Es posible que vivamos una situación como la de València?

Si hablamos de la ciudad de Tarragona, no en su mayor parte , aunque algunas zonas cercanas al Francolí o a otros barrancos en la costa sí podrían estar en riesgo. Los romanos, con su sabiduría, construyeron expresamente la ciudad en una colina elevada porque ya sabían que el agua podía ser un problema. Deberíamos hacer como los romanos. En el resto de la provincia, algunas áreas cercanas a los ríos también pueden experimentar problemas. Hay que priorizar las zonas de mayor riesgo, donde el agua puede alcanzar niveles o velocidades peligrosas, para ver qué acciones tomar y reducir la exposición o al menos mejorar los sistemas de alerta para que las personas tengan tiempo de evacuar.

$!El experto en resiliencia climática, Carles Ibáñez. foto: Eurecat

¿Qué diferencias estructurales tenemos con València?

La principal diferencia es que el área metropolitana de Valencia está más densamente poblada y tiene más infraestructuras, lo cual implica un potencial de daños mayor en comparación con el valle del Francolí.

¿Qué consecuencias tendría para los ríos e infraestructuras de Tarragona una dana como la de València?

Entre los ríos de nuestra provincia, cada caso es diferente. En el Francolí, el riesgo se concentra en su tramo final y también en la parte alta, como se vio en el caso de l’Espluga. El Ebre, por ser un gran río regulado por embalses, es menos propenso a desbordamientos, aunque no podemos descartarlos completamente. Es verdad que si el Ebre se desborda puede ser potencialmente más impactante. El Ebre, al estar regulado, permite anticipar un desbordamiento con días de antelación, mientras que la crecida del Francolí, una cuenca más pequeña sin regulación, podría descender rápidamente, lo que hace que el riesgo sea mayor. Si instalamos sistemas de detección de lluvias intensas en la cabecera del Francolí podríamos tener tiempo suficiente para evacuar.

¿Hay zonas de riesgo en Tarragona?

La exposición al riesgo depende de la cercanía al cauce y de la capacidad del agua para elevarse o ganar velocidad. En Tarragona existen estas zonas y lo ideal sería reducir el riesgo a cero o lo más cerca posible de cero.

¿Pueden hacerse?

Tenemos la suficiente información como para no construir en zonas de riesgo. Por este motivo, es fundamental rediseñar las infraestructuras en estas áreas para hacerlas más resilientes, eliminarlas o remodelarlas si es necesario.

¿Es el decrecimiento una solución?

Por decrecimiento entendemos reducir la ocupación del territorio en zonas inundables, trasladando infraestructuras a áreas menos expuestas. No se trata solo de un crecimiento económico, sino de rediseñar el territorio para ubicar las infraestructuras de manera más segura. A lo mejor no toca tener un polígono industrial en el lugar que está.

¿También liberar los cauces naturales de los ríos?

Permitir más espacio para los ríos es esencial, así como recuperar bosques de ribera porque ayudan a frenar el agua. Otra opción es hacer medidas en zonas agrícolas para que los cultivos puedan absorber más agua y esta no llegaría con tanta velocidad.

Entonces, existen soluciones

A grandes rasgos, cambiar normativas y protocolos permitirá reducir la ocupación de zonas en riesgo y construir infraestructuras más resilientes. Esto, combinado con sistemas de alerta más efectivos y campañas de concienciación, permitirá una mejor respuesta ante estas emergencias.

¿Podemos sacar algo positivo de esta última dana?

Debe ser una oportunidad para cambiar la manera de intervenir en el territorio. Tenemos un territorio desordenado, degradado, feo y, en algunos casos, horrible. Pero ni siquiera somos conscientes de ello, porque nos hemos acostumbrado a reconstruir de esta manera. Hay muchas infraestructuras que se quedan obsoletas, que se degradan, que hemos construido con una muy mala calidad. Por lo tanto, todo lo que sea reconstruir cosas que se han quedado antiguas es una oportunidad para hacerlas mejor.

¿Y por dónde empezamos?

La Agència Catalana de l’Aigua y la Confederació Hidrogràfica tienen esta información identificada. Necesitamos analizarla y detallarla para decidir cómo priorizar las acciones, modificar o eliminar infraestructuras. Es fundamental actuar de manera más integral, modificando protocolos, normativas y leyes para reducir el riesgo de manera estructural, rediseñando poco a poco el territorio y mejorando los protocolos de evacuación y concienciación para que la gente responda adecuadamente a las alertas.

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