La construcción de un párking low cost junto a la estación del AVE Camp de Tarragona se está encontrando con más problemas de los inicialmente previstos. Su tramitación se ha convertido en un nuevo objeto de tensiones en el largo pulso entre el Ayuntamiento de La Secuita y el gestor de infraestructuras Adif. «Nos dicen que es competencia desleal y prefieren ampliar el existente que permitir que sigamos adelante con el nuestro», describe el alcalde de La Secuita, Eudald Roca.
La administración local compró a medidos del mes de febrero unos terrenos, a 200 metros de la estación, para habilitar una superficie de aparcamiento para los usuarios de la alta velocidad. El objetivo era empezar a redactar los informes técnicos para poder llevar a cabo la modificación puntual en la catalogación urbanística del suelo y licitar las obras en un periodo de «cuatro a seis meses», es decir, antes de fin de año. El calendario no va a cumplirse, y el alcalde desconoce cuándo se desencallará la situación.
El problema ha surgido cuando los técnicos de Adif y los Ayuntamientos de La Secuita y Perafort se han sentado alrededor de una mesa para abordar los proyectos pendientes en la estación y redactar el plan de regularización de la estación. En estos encuentros se ha hablado de la gestión de las aguas, del vial de acceso y del aparcamiento. Temas pendientes de resolverse desde que se inauguró la estación hace diez años y que ahora Adif se ha propuesto solucionar, teniendo en cuenta el incremento de usuarios que registrará la estación en los próximos meses.
«La propuesta de Adif es que la zona donde tenemos previsto construir el aparcamiento se convierta en espacio de servicios ferroviarios», describe el alcalde.
Hay otra cuestión pendiente encima de la mesa. Es el vial de acceso desde la rotonda de la carretera de Perafort a La Secuita (TV-2231) a la estación. La nueva carretera la construyó Adif cuando se puso en marcha la estación, y de momento no se ha formalizado el traspaso ni a la Diputació ni a la Generalitat. Recientemente tuvo lugar una reunión con representantes de la administración catalana, que estaría dispuesta a hacerse cargo de este vial, pero aún no se ha cerrado. «Si la carretera sigue en manos de Adif podrían prohibir que la utilizaran», añade Roca. Pero el problema se agravará si se firma el traspaso. Cuando pase a manos de la administración catalana no podrá aparcarse en el arcén como hacen a diario decenas y decenas de vehículos.
«Los documentos son más complejos y estamos tardando más de lo previsto», lamenta el edil republicano. Pese a ello, se muestra convencido de que el proyecto seguirá adelante.
El Ayuntamiento pagó 44.500 euros por la finca de 14.389 metros cuadrados en la que se prevé que se habilitarán alrededor de 600 plazas de aparcamiento.
