Dos hombres, de 19 y 22 años, han ingresado en prisión como presuntos autores de cinco delitos de robo con violencia y intimidación –dos de ellos en grado de tentativa– y un delito contra la salud pública, en su modalidad de tráfico de drogas.
Siempre actuaban con el mismo modus operandi. Mientras uno de ellos accedía al interior del establecimiento, con el rostro cubierto y esgrimiendo una pistola –que resultó ser falsa–, el otro se quedaba en el exterior vigilando. Consiguieron en total unos 2.500 euros. En dos de los asaltos no consiguieron botín alguno.
Siempre eran establecimientos del centro de la ciudad, en un radio de acción pequeño. Aprovechaban la hora del cierre porque es cuando suele haber más dinero en la caja registradora. Y cuatro de los cinco hechos delictivos se cometieron en tres días. El que entraba dentro del local era joven, con acento extranjero, usaba guantes y ropa negra, y solo se le veían los ojos.
Inicio de la investigación
Los Mossos d’Esquadra abrieron una investigación el pasado 18 de enero a raíz de un atraco que tuvo lugar en una farmacia de la calle Rovira i Virgili sobre las ocho de la tarde.
Mientras una de las trabajadores estaba realizando el arqueo, de repente se encontró a un hombre dentro del mostrador, en la zona de trabajadores. Le vino por la espalda para pedirle el dinero. Para ello incluso le dio una bolsa de plástico –mientras con la otra mano sujetaba la pistola– para que depositara la recaudación. Y seguidamente el ladrón se marchó.
Ingressen a presó dos detinguts a Tarragona per cinc atracaments a punta de pistola en establimets del centre de la ciutat. Actuaven així, intimidant els treballadors amb l'arma de foc simulada https://t.co/96HyqpReJn pic.twitter.com/s8lZDUKs8s
— Mossos (@mossos) February 19, 2023
A las ocho y media de la tarde del día siguiente el objetivo fue un estanco ubicado en la calle Comte de Rius. El delincuente utilizó el mismo método, incluso la bolsa de plástico. Pero en esta ocasión se asustó y se marchó sin nada.
Al día siguiente
A la jornada siguiente, los ladrones volvieron a actuar. Sobre las 20.40 horas, uno de ellos entró en un supermercado de la calle Pin i Soler. La víctima estaba cerca de la zona de cajas y escuchó como una de las trabajadoras estaba cobrando a un cliente. Pero hacía una voz como de asustada. Se giró y vio a un individuo con pasamontañas y pistola en el interior de la zona de cajas. Decía «dame el dinero». Pero no consiguió llevarse nada.
Ante este contratiempo, a la salida los ladrones se dirigieron a un bazar chino cercano. Uno de los autores cogió a la víctima del cuello y lo apuntó con una pistola.
El último robo –y el más mediático ya que la grabación se difundió por las redes sociales– ocurrió a las 19.20 horas del pasado 30 de enero en un supermercado de la calle Rovira i Virgili. La dependienta estaba sola reponiendo género en las estanterías cuando entró un atracador y la apuntó. «Quiero el dinero», le dijo. Y le dio una bolsa.
La víctima, cuando el ladrón se fue, salió a la calle a pedir ayuda. Y vio como el asaltante huida en dirección a la calle Baró de les IV Torres.
Los investigadores determinaron que detrás de los cinco hechos estaban los mismos ladrones, ya que los patrones delictivos eran similares como el uso de un arma de fuego, establecimientos céntricos, horas cercanas a la hora de cierre y dos hombres completamente tapados por dificultar su identificación.
Para comprar y revender droga
De la investigación se desprende que los detenidos habían aprovechado el botín obtenido en los distintos atracos para adquirir marihuana al por mayor y distribuirla al por menor a consumidores que frecuentaban la zona centro y la Part Alta de Tarragona.
Ante los distintos indicios incriminatorios, agentes de la Unitat d’Investigació detuvieron el pasado martes en Tarragona a los autores implicados en los cinco robos durante el mes de enero y también se les atribuyó un delito por tráfico de drogas.
Los arrestados, con antecedentes policiales, pasaron el pasado viernes a disposición judicial y el juez decretó por ambos su ingreso en prisión. Uno es de nacionalidad rumana y el otro, francesa. El primero, de 22 años, había sido arrestado por lesiones, atentado y robo.