Tarragona está harta de las pintadas callejeras y el Ayuntamiento se ha puesto las pilas para erradicar este tipo de vandalismo. Si bien se conoció el jueves que la Guàrdia Urbana está preparando una macrocausa para castigar penalmente a los autores de los ‘tags’ (firmas) en comercios y en edificios particulares, no es la primera acción que llevan a cabo. Fue a finales de verano cuando iniciaron una investigación para identificar a los autores de las pintadas en el patrimonio, principalmente en la Part Alta de la ciudad.
En este sentido, el exhaustivo atestado, que cuenta con alrededor de 300 páginas, concluye que se han detectado más de 600 ‘tags’ en un centenar de espacios y edificios catalogados, y con un total de 107 firmas diferentes. Toda la investigación fue entregada a la Fiscalía de Medio Ambiente, que presentó las diligencias al juez. De los seis identificados por la Guàrdia Urbana, el magistrado ha imputado a tres jóvenes de entre 20 y 30 años, vecinos de Tarragona, a quienes se les pudo atribuir la autoría de las pintadas. Acusados de un delito de daños contra el patrimonio histórico y a la espera de juicio, se enfrentan a una pena de entre seis meses y tres años de cárcel.
El Sotsinspector de la Guàrdia Urbana, Jordi Martí, señala que algunos de los edificios históricos protegidos que han sufrido pintadas en los últimos meses son el Convent de les Carmelites Descalces, en la calle del Carme, el Conservatorio y Escuela de Música de Tarragona, en la calle Cavallers, el Patronat de Turisme de Tarragona, en la calle Major, el interior de la muralla romana, varios edificios del Ayuntamiento de Tarragona catalogados como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) y Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) y otros edificios protegidos que son propiedad de particulares.
En cuanto a la cifra económica que suponen los daños en estos espacios patrimoniales, Martí asegura que todavía no está definida: «Hemos pedido diferentes presupuestos a restauradores y estos informes servirán para valorar la cuantía del daño, que al final se individualizará, imputado por imputado». Por otro lado, el responsable policial destaca «el gran trabajo realizado por los agentes encargados del estudio grafológico, que estuvieron todo un mes analizando firmas para relacionarlas con sus autores, algunos de los cuales firman de hasta cuatro formas distintas».
Con todo, el Sotsinspector explica que a la vez que entregaban estas diligencias por daños contra el patrimonio de la ciudad, preguntaron a la Fiscalía sobre la posibilidad de abrir unas diligencias por daños contra el interés general, es decir, las pintadas que han sufrido comerciantes y particulares, cuyas denuncias individuales tendrían poco recorrido o simplemente se podrían castigar por la vía civil, es decir, con una sanción administrativa de 300 euros.
Fue entonces cuando vieron que existía la posibilidad de hacer una causa conjunta, recogiendo el mayor número posible de denuncias de particulares, pues si el daño sufrido llega a una cierta cuantía económica se puede castigar por la vía penal. «Hemos intentado buscar la fórmula, junto a la asesoría jurídica municipal y al departamento de Patrimoni Històric, cuyo técnico fue el encargado de valorar el daño que causan estas pintadas al interés general, para llevar a los autores ante la justicia», comenta el Sotsinspector.
Por ello, han mandado un correo a las asociaciones vecinales y de comerciantes, a los administradores de fincas y a entidades sociales de la ciudad para que difundan entre sus representados la posibilidad de participar en esta denuncia conjunta y que les animen a ello, pues aseguran que la colaboración ciudadana es primordial para que la macrocausa tenga recorrido. Los interesados deberán rellenar una hoja, adjuntar fotos de las pintadas que han sufrido y un presupuesto del coste de la reparación o una factura en caso de que ya lo hayan arreglado. Deberán entregar toda esta documentación de forma presencial en las dependencias de la Guàrdia Urbana.
El vandalismo no es arte
Es curioso el hecho que el vandalismo en forma de pintadas callejeras prolifera a la vez que aumenta la apuesta del consistorio por el arte urbano. De hecho, el miércoles la concejalía de Comerç presentaba una nueva edición de ‘Som Art Urbà’, una iniciativa que, a través de la Associació d’Il·lustradors de Tarragona, busca embellecer con dibujos los espacios degradados de la ciudad para convertirlos en lugares más amables. Asimismo, desde hace años, Tarragona cuenta con proyectos, como ‘Murs que parlen’, que permiten a los jóvenes encontrar muros y espacios en los que llevar a cabo sus expresiones artísticas y conseguir un permiso para ello. Lejos de esto están las pintadas callejeras, que no hacen más que ensuciar la ciudad.