Desafiar las normas del mercado no es fácil, pero hay ciudadanos que se las ingenian para hacer las cosas de otra manera. Esa es la esencia del grupo de consumo La Bajoca, de larga tradición en Valls, y que desde hace poco se acaba de implantar en Tarragona.
La idea es poner en contacto, de la manera más sencilla y directa posible, a los productores del Camp de Tarragona con los consumidores. Para ello han puesto en marcha una página web, al estilo de los supermercados on-line de las grandes cadenas.
En esta página, www.labajoca.cat, cualquier usuario puede hacer sus pedidos de productos de proximidad. Y aunque, a priori, el fuerte son los productos frescos como frutas y hortalizas, lo cierto es que una visita virtual permite constatar que en este momento ya puede llenarse el carrito de una forma bastante completa.
Entre los productos que pueden encontrarse hay además, carnicería, charcutería, productos ecológicos de limpieza y cosméticos, aceites, vinos y cervezas artesanos, quesos, aperitivos, platos preelaborados, productos vegetarianos, vajillas compostables y un largo etcétera.
Pedro Redondo, técnico del Ateneu Cooperatiu Coopcamp, entidad que da apoyo a la iniciativa, cuenta que forma parte del pequeño grupo de consumidores de Tarragona que sirvió de conejillo de indias para ver cómo funcionaba el sistema antes de lanzarlo al público.
Explica Redondo que en el territorio ya había algunas experiencias en que los payeses traían, semanalmente y previo pedido, cestas con sus productos de temporada a las ciudades. No obstante, en estos casos los consumidores tenían poco que decir sobre la cantidad o el tipo de alimentos que les traían.
Con esta iniciativa, explica, existe la posibilidad de hacer una compra más completa «tienes una gran cantidad de productos a apenas 10 kilómetros de casa», aunque todavía toque pasar por establecimientos convencionales para comprar productos como papel higiénico, por ejemplo.
Gestionado por voluntarios
El supermercado de momento, es gestionado íntegramente por voluntarios, pero la evolución esperada, si se consigue un buen número de consumidores asociados, es constituirse en una cooperativa de consumo y contratar los empleados necesarios.
Para hacer los pedidos es necesario pagar una cuota de 6 euros mensuales que sirven para cubrir los gastos de funcionamiento de la página web y las furgonetas que hacen el reparto.
Los pedidos de la ciudad de Tarragona llegan los jueves por la tarde de seis a ocho al Casal Popular Sageta de Foc (Carrer de la Nau, 11), desde donde los consumidores los van a buscar.
Señala Redondo que una de las cosas que quieren desmitificar es que los productos de consumo responsable son caros. Señala que al eliminar los intermediarios y largos desplazamientos así como, en muchos casos, envases innecesarios, se consigue un precio razonable que, a la vez, permite a los productores recibir una remuneración justa por su trabajo.
Otra de las ventajas, asegura, tiene que ver con el sabor que tienen los alimentos de temporada cultivados de manera ecológica. De hecho los productos que se ofrecen en la página van cambiando según lo que los productores van ofreciendo. Actualmente tienen una treintena de proveedores.
La intención del proyecto es conseguir consolidares e, incluso, conseguir crear un supermercado físico. Su inspiración es el Park Slope Food Coop un supermercado cooperativo pionero situado en Brooklyn (Estados Unidos) que funciona desde 1973. La cooperativa que regenta el supermercado tiene 17.000 miembros activos y ventas que en este año se proyecta que alcanzarán los 45 millones de euros.