Los vigilantes de seguridad de un tren cercanías sospecharon de un viajero que había subido en Torredembarra poco antes de las 20 horas. El joven, vecino de Cambrils y de 18 años de edad, transmitía un olor a marihuana fuerte, lo que daba pie a que podía haber consumido o que llevaba encima la droga.
Durante el trayecto, se aleró a los Mossos d'Esquadra de que se había retenido al joven en el tren y que la próxima parada sería Tarragona. Allí una patrulla de Mossos se hizo cargo del joven, al que le encontraron 204 gramos de droga, 103 de marihuana y 101 de hachís.
Tras ver las cantidades y entender que no eran para consumo propio, los agentes procedieron a su detención y lo acusaron de un delito de tráfico de drogas.