Un hombre de 33 años, que tenía pendientes cinco órdenes de ingreso en prisión, acabó detenido por los Mossos d’Esquadra después de una persecución por la carretera T-11 y la autovía A-27.
La huida la hizo de forma temeraria e incluso intentó golpear el vehículo policial para echar a los agentes fuera de la calzada, según fuentes policiales. En el interior del vehículo iban una mujer y una niña de menos de un año.
Agentes de la Unitat de Trànsit tenían montado un control en la rotonda de acceso a la AP-7, debajo de la T-11, en el kilómetro 12,700. A las doce y media de la mañana del pasado lunes llegó un turismo que circulaba sentido Tarragona.
Un agente le hizo indicaciones de que parase ya que, según la pegatina, tenía la ITV caducada. El conductor hizo movimientos con la cabeza de que accedía a ello. Hizo la maniobra de pararse pero aceleró. El mosso tuvo que saltar para no ser atropellado.
El vehículo infractor avanzó «peligrosamente» a los otros que circulaban por la rotonda, a la vez que se iniciaba una persecución. Se incorporó a la T-11 sentido Tarragona a gran velocidad, sin que los agentes se pudieran acercar debido al denso tráfico.
El turismo hizo adelantamientos peligrosos, obligando a otros usuarios a frenar para evitar una colisión. Cuando parecía que se iba a incorporar a la autovía A-7 sentido Barcelona, dio un volantazo para seguir por la T-11. El infractor, con el turismo, dio volantazos para colisionar con el vehículo policial.
La persecución dejó la T-11 y continuó por la autovía A-27, sentido Port. Lo hizo de tal manera que un camión tuvo que frenar bruscamente. Una patrulla no lo pudo seguir, pero sí otra.
Hacia el polígono
El turismo, antes de entrar al puerto, dejó la A-27 hacia el polígono Francolí sentido Tarragona, realizando cambio de carriles. Finalmente, chocó contra un bloque de hormigón y frontalmente con un coche aparcado. Los agentes detuvieron al conductor.
Está acusado de los delitos de conducción sin disponer del permiso de conducir, conducción temeraria, lesiones por imprudencia grave y resistencia y desobediencia a agentes de la autoridad. Asimismo, tenía pendientes cinco requerimientos de detención e ingreso en prisión.
Cuenta con unos treinta de arrestos anteriores, la mayoría por delitos contra el patrimonio.
Una ambulancia trasladó al bebé al Hospital Joan XXIII, mientras que una patrulla acompañó a la madre al mencionado centro hospitalario.