De las calles de Tarragona a una celda de la cárcel de Mas d’Enric, en El Catllar. Así han sido las últimas horas de un ladrón de 21 años que los Mossos detuvieron a primera hora de la tarde del pasado sábado 11 de mayo, día de reflexión electoral, en una tienda de compra-venta de oro de la ciudad, tal y como adelantó el portal elcaso.cat a principios de semana.
El joven habría cometido hasta dos robos violentos esa misma mañana, el último a una mujer en la calle d’Adrià, cerca de la Rambla Nova.
La denuncia de la mujer, acompañada de la descripción de la vestimenta del sujeto, permitieron dar un perfil del ladrón violento, que usaba un arma blanca para sacar joyas, cartera, dinero y móvil a las víctimas.
Mossos activó a las patrullas operativas, ya fueran uniformadas o bien de paisano. Y en el dispositivo de búsqueda se inspeccionaron las tiendas de compra-venta de oro, uno de los puntos en los que podrían terminar las joyas robadas esa mañana.
La intuición de Mossos dio sus frutos y poco antes de las 15 horas, una patrulla localizó al sospechoso. Intentaba vender las joyas de oro que había sacado a las víctimas.
Los agentes abortaron la transacción y recuperaron el botín, incluyendo el dinero, documentación y un teléfono móvil. Todo se devolvió a las víctimas y el joven terminó detenido y acusado de ser el presunto autor de dos robos violentos y otro de receptación.
Pasó de las calles de la ciudad a la celda de la comisaría de Campclar y seguidamente al banquillo de los acusados, en el juzgado de guardia. El juez decretó auto de prisión y lo envió al centro penitenciario de Mas d’Enric, la cárcel de Tarragona ubicada en El Catllar.
