Una niña de 13 años se fugó, en 2015, de un centro de menores. En Campclar conoció a tres hombres y los cuatro se fueron a casa de uno de ellos, donde mantuvieron relaciones sexuales -lo que al tratarse de una menor se considera abuso sexual-. Y uno de los procesados lo volvió a hacer al día siguiente en otra vivienda.
Ahora, dos de los autores –el tercero no ha podido ser identificado– han sido condenados como autores de un delito de abuso sexual a menor de 13 años –se ha apreciado la atenuante de dilaciones indebidas a los dos y de alteración psíquica a uno de ellos–.
La pena impuesta es de un año y nueve meses de prisión, cinco de libertad vigilada, inhabilitación durante cinco años para empleo o cargo público y durante 15 de profesión, oficio o actividad que suponga un contacto con menores. Durante 15 años no podrán comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros de la víctima.
La sentencia recoge que la pena de prisión se deja en suspenso a cambio de que no vuelvan a delinquir en tres años y que realicen un curso en materia de reeducación sexual. Y fija la responsabilidad civil a pagar a la víctima de 18.343,58 euros.
Los hechos
Los acusados son dos ciudadanos españoles, de 38 y 39 años, ambos con antecedentes penales pero no por hechos de índole sexual. En la tarde del 15 de agosto de 2015, los procesados conocieron en el barrio de Campclar a la menor –que contaba con 13 años–, quien se había fugado de un centro de menores y que no tenía donde pasar la noche.
Los encausados –en compañía de una tercera persona que no ha podido ser identificada– fueron con la menor al domicilio de uno de ellos, en Bonavista. En el piso, los acusados invitaron a la menor a fumar porros. A lo largo de la noche, los tres hombres –conocedores de que ella tenía 13 años– mantuvieron relaciones sexuales consentidas con la joven.
Sobre las siete de la mañana del 16 de agosto, los acusados llevaron en coche a la menor a Campclar. En un edificio de dicho barrio –cerca de la comisaría de los Mossos–, la joven volvió a mantener relaciones sexuales con uno de los condenados, de manera consentida, en un cuarto de contadores.
El mismo día por la mañana, la menor fue víctima de otra agresión sexual cometida por otras personas, contra las que se sigue un procedimiento en otro Juzgado.