Un hombre que estaba trabajando en un hotel vio como en unos segundos se le desvanecía su futuro. Un joven le arrancó los dos ojos y lo dejó en estado vegetativo sin ningún motivo.
El Juzgado de Menores ha impuesto al acusado ocho años de internamiento terapéutico en régimen cerrado y cinco más de libertad vigilada, con asistencia educativa y tratamiento terapéutico ambulatorio. Y ello como autor de cuatro delitos: tentativa de homicidio, daños, atentado y lesiones. Además, sus padres tendrán que hacer frente al pago de una indemnización de unos 98.000 euros.
El menor, que cuando ocurrieron los hechos tenía 17 años, se encontraba alojado en el Hotel Estival Eldorado de Cambrils junto con su madre, con la que compartía habitación, el 6 de junio de 2021. A medianoche, comenzó a tener un comportamiento extraño y agresivo y empezó a decir frases como «que no era bueno, que ella pensaba que era bueno pero que no era bueno... Tu me quieres matar, todos me estáis engañando».
Auxiliar de vigilante de seguridad
Ante tal actitud, se personó en la habitación uno de los trabajadores del hotel, que ejercía la función de auxiliar de vigilante de seguridad. El joven le golpeó de forma reiterada por todo el cuerpo y le arrancó los globos oculares.
La víctima sufrió un fuerte traumatismo craneoencefálico, entre otras graves lesiones. Estuvo hospitalizado 43 días, de los cuales 36 permaneció en la UCI. A su vez, se le ocasionaron secuelas consistentes en estado vegetativo permanente, ceguera total y perjuicio estético importantísimo por cicatrices.
El 22 de septiembre fue derivado a un centro residencial para atención paliativa ya que es dependiente para todas las actividades básicas de la vida diaria. El menoscabo físico ocasionado supuso un riesgo vital.
Durante el transcurso de los hechos, el menor también golpeó el mobiliario de la habitación en la que se encontraba pernoctando, ocasionando desperfectos consistentes en fractura de una puerta, de una mesa y de otro mobiliario. Los daños ascendieron a 1.143 euros.
Intentó coger el arma al mosso
Cuando llegaron los agentes de los Mossos d’Esquadra, que habían sido avisados por el personal del hotel a causa de la actitud agresiva del menor, vieron que la víctima se encontraba tirado en el suelo, en estado inconsciente, con respiración agónica y con los dos globos oculares fuera de su sitio.
Cuando los agentes intentaron detener al menor, éste trató de sustraer la pistola a uno de los agentes, al tiempo que daba un cabezazo a uno de los policías –estuvo tres días de baja–.
El menor presentaba diversos trastornos así como sintomatología de predominio negativo, tendencia a la introversión, fobia social, alteración de la regulación de los impulsos, tendencia al aislamiento social y predominio de sintomatología ansiosa-depresiva.
Cuando se celebró el juicio, el menor se encontraba cumpliendo la medida cautelar de internamiento en régimen cerrado terapéutico, según decidió el magistrado del Juzgado de Menores.