Los y las periodistas apelamos con urgencia la ciudadanía a implicarse en la defensa de la libertad de información que está siendo gravemente amenazada por personas y colectivos que quieren impedir nuestro trabajo.
Los y las profesionales de la información estamos sufriendo agresiones, coacciones, amenazas e insultos cada vez más frecuentes y reiterados. Golpes de piedra, tomarnos y destrozarnos los teléfonos móviles, malograr nuestros vehículos, boicotearnos cuando hay una conexión en directo y acciones similares no son un argumento para defender ninguna lucha noble y es un insulto usarlos para reclamar la libertad de expresión, porque no hay nada más antagónico a este derecho fundamental que la violencia. También reclamamos en los cuerpos policiales que garanticen y aseguren la protección de los profesionales que ejercen el periodismo; fotoperiodistas, cámaras y redactores.
La función social del periodismo es explicar a la ciudadanía aquello que pasa a la sociedad porque pueda ejercer con libertad el resto de sus derechos democráticos, especialmente el de escoger sus gobernantes. En uno en torno a saturación informativa, especialmente goloso por quien quieren desinformar con malas praxis, como las fake news, el tratamiento deontológico de la información que aportan el y las periodistas es esencial para tener referentes de credibilidad.
Las agresiones, coacciones, amenazas o insultos a los y las profesionales de la información, sean del tipo de sean, solo tienen un objetivo: acallarnos. Y tienen una consecuencia: debilitan la democracia.
La situación que estamos sufriendo, en un contexto creciente de precariedad en el sector, es socialmente preocupante. Es necesario frenar esta escalada inmediatamente. Lo hemos dicho muchas veces y no nos cansaremos de denunciarlo. Ahora bien, solo no lo podemos resolver. Necesitamos la implicación de las administraciones, las instituciones, las empresas, las entidades de todos los ámbitos y del conjunto de la ciudadanía para hacer frente a esta lacra. La libertad de información es un derecho de todo el mundo y lo tenemos que preservar de manera conjunta, decidida y contundente.
¡Basta de agresiones al derecho a la libertad de información! ¡Basta de agresiones a periodistas!