Una treintena de personas ha protestado, este jueves 1 de agosto, delante del edificio del Ayuntamiento de Reus contra el cierre inminente del centro de día La Illeta, espacio de ámbito municipal en el que la Associació Reus Som Útils (ARSU) desarrollaba –lo hará hasta el día 9 de este mes– una atención integral de sensibilización y disminución de daños y riesgos en torno a la drogodependencia a 200 usuarios al año. Otra de las quejas formalizadas este jueves ha venido dada por la opción consecuente decidida por la concejalía competente, la de Serveis a les Persones i Drets Socials, que es trasladar a los usuarios del servicio, pionero y con 25 años en activo, al Centre Social El Roser. «Estamos más alejados del centro de la ciudad, teniendo que pedir cita previa para poner una lavadora y más cerca del cementerio, ¿estamos muertos antes de hora o qué?», ha criticado Maite Martí, en representación de ARSU.
El presidente de la entidad, Quim Gómez, por su parte, ha explicado que han acudido a reivindicar un recurso importante para la sociedad. «Creemos que es un error, porque, en La Illeta, ARSU desempeña una gran tarea de integración social, además de reducción de daños en materia de drogas», ha afirmado y luego ha añadido: «Creemos que el nuevo espacio no será suficiente, haría falta un gimnasio y tener libertad».
Con pancartas en las que se ha podido leer ‘vivo en la calle, no me quitéis La Illeta’, ‘no pases de largo, somos personas’ o ‘vuelven los 80 y nos dejan morir en la calle’, los congregados han trasladado más preocupaciones a la prensa. En palabras de Gómez, otro factor que, dice, hay que tener en cuenta es que, con el cierre de La Illeta, a la larga, habrá más presión para el cuerpo policial, hay «mucha gente vulnerable» que no tendrá donde estar, ha recordado Gómez.
A la acción reivindicativa, también se han personado otros colectivos de la Xarxa Catalana de Persones que usen Drogues (CATNPUD), a la que también pertenece ARSU, como la organización REMA, desde el que su presidenta, Celia Maestre, también ha recordado: «Somos una red de mujeres antiprohibicionistas en el campo de las drogas y venimos desde Barcelona para sumarnos a la negativa del cierre de La Illeta, es un ejemplo a seguir y la tienen en cuenta muchas organizaciones del mundo, de supervivientes de múltiples situaciones de vulnerabilidad, en este ámbito hay que ir todos a una».
Sobre si habrá más movilizaciones, la doctora Tre Borràs, psiquiatra y psicoterapeuta –quien fue en su día directora del Servei d’Addiccions i Salut Mental, que a su vez vertebra el modelo del Pla d’accions sobre drogues de Reus y otros programas– ha declarado en la protesta que, a ellos les gustaría que a partir de esta acción comenzaran a cambiar las cosas. «Lo que pasa es que, si la dinámica es como hasta ahora, en la que no se nos comunican las cosas, y más decisiones de gran calado y que afectan a muchos usuarios, no sabemos cómo puede ir todo», ha reconocido. Y es que ha expresado que una de las preguntas más repetidas por las usuarias es donde desayunarán ahora. «En el Centre Social El Roser, en principio, no se da de desayunar, a lo mejor harán ayuno intermitente».