Desde hace unos meses, Reus se ha vuelto a impregnar de la voz y guitarra de D-James. Es músico y en la calle Llovera todos lo conocen. Es aquí donde se formó como artista callejero «y esta es mi segunda casa». Pasó cinco años en esta zona de la ciudad regalando su arte, «pero me cansé. No quería volver a tocar ilegalmente y hace dos años que estoy en Tarragona con licencia». Pero ahora ha vuelto a sus orígenes y lo ha hecho en un momento clave para el futuro del arte callejero en Reus. La capital del Baix Camp no tiene regulada la actividad, pero el Ayuntamiento ha decidido, definitivamente, pisar el acelerador.
«Queremos fomentar las actuaciones en la calle y evitar que los artistas tengan que encontrarse con el incómodo momento en el que la Guàrdia Urbana los eche», exclama el concejal de Cultura, Daniel Recasens. La fórmula será a través de un reglamento, del que la ciudad ya cuenta con un borrador. Será un documento que definirá qué tipo de artistas podrán actuar en la calle, en qué espacios, horarios, el procedimiento a seguir para hacer la petición... En definitiva, ordenará la actividad, que «es lo que permite estirar las iniciativas artísticas», señala el concejal, para quien no tiene sentido que una ciudad como Reus, «con mucha vida», no lo tenga regulado.
Esto es precisamente lo que también quiere el colectivo de artistas callejeros. «Nuestra actividad nada tiene que ver, con todo el respeto, con la mendicidad», aclara D-James. Para él es una forma de entender el arte, «una cuestión de energías» el hecho de compartir abiertamente la música, como es su caso, pero también cualquier otra expresión artística. No obstante, entiende, y ve necesario, que la actividad esté regulada y, además, que haya calidad artística. Pone de ejemplo la Associació de Músics del Carrer i del Metro de Barcelona (Amuc BCN), donde los músicos que quieren licencia tienen que pasar un examen. «Aquí también es necesario hacer un casting. Queremos artistas de nivel, que sean capaces de tener un repertorio de una hora, que tengan un buen trato... Queremos gente que sume y mejore el proyecto», subraya D-James, que actualmente está al frente del colectivo de artistas callejeros de Reus.
Todavía queda recorrido para que la capital del Baix Camp cuente definitivamente con el reglamento, pero «lo queremos dejar encarrilado» antes de terminar el mandato, señala el concejal. De momento, y como se comentaba anteriormente, Reus ya cuenta con un borrador. Recasens explica que el proyecto parte de la intención del propio gobierno de regular las actuaciones en la calle, como queda recogido en el Pla d’Acció Municipal (PAM 2019-2023). Además, el mismo colectivo lo reclamó formalmente «y empezamos a trabajar con ellos».
El primer paso fue «mirar modelos de otras ciudades que nos gustaban y dibujamos un borrador, que hemos trabajado con el mismo colectivo afectado, además de compartirlo con el resto de grupos del consistorio, concejalías implicadas y también secretaría para buscar cuál era la mejor fórmula: si solo un reglamento interno, un protocolo... Al final surgió que tendría que ser un reglamento y se hizo un estudio previo», recuerda el concejal.
Consulta ciudadana
El borrador ya contiene propuestas de horarios, ubicaciones, cómo hacer las peticiones... Pero todavía no transcienden estos detalles «porque lo estamos trabajando y pueden cambiar», admite Daniel Recasens. Lo que señala es que la idea es que las actuaciones se lleven a cabo en «espacios especiales de la ciudad y recogidos».
No obstante, todo ello se acabará definiendo posteriormente. De momento, el proceso está en fase de consulta pública, hasta el 20 de marzo, para que la ciudadanía pueda hacer sus aportaciones al respecto. Paralelamente, D-James cuenta que está llevando a cabo una tarea de recopilación de información entre vecinos y comerciantes y buscando cuáles serían las mejores ubicaciones.
Los pasos siguientes serán estudiar las aportaciones ciudadanas, redactar respuestas y, finalmente, pasar a la redacción del propio proyecto, que tendrá que ser aprobado por el Pleno del Ayuntamiento. El documento definirá los requisitos para la interpretación, en qué ubicaciones, cómo acceder, horarios, obligaciones, prohibiciones, infracciones, sanciones, así como la existencia de una comisión evaluadora, su composición y el funcionamiento. Como destaca el concejal de Cultura, Daniel Recasens, lo singular es que se trata de un reglamento que «extendemos a todos los artistas» y no únicamente entre los músicos.
En un vacío entre ordenanzas
Actualmente, la posibilidad de llevar a cabo una actuación artística en la vía pública se encuentra en un vacío en Reus, al no disponer de un reglamento explícito. Es decir, es algo «previsto implícitamente en distintas ordenanzas y reglamentos municipales», pero «no se reconoce como un derecho absoluto», se señala en la memoria del proyecto de reglamento de artistas en la calle.
Por otro lado, el estudio de impacto normativo recuerda en qué ordenanzas tendrá efecto el futuro reglamento y, por lo tanto, hay que tener en cuenta: uso de las vías y los espacios públicos; civismo; y la de ruidos y vibraciones. De hecho, desde el colectivo reusense indican que, mayoritariamente, la policía les echa alegando la ocupación de vía pública, aunque también pueden chocar por una cuestión de contaminación acústica e, incluso, de mendicidad. «Hay una cuarta cuestión, y es que alguien haya llamado a la policía y, entonces, dicen que estás molestando», añaden. Una serie de cuestiones que desaparecerán cuando estén amparados por un reglamento.
«También queremos trabajar en Salou y Cambrils»
El colectivo de artistas de calle explican que no únicamente pidieron al Ayuntamiento de Reus regular su actividad, sino que también lo han hecho en Salou y Cambrils. Ambos municipios de costa están en la misma situación que la capital del Baix Camp «y nos gustaría también avanzar», aunque todavía no habría habido avances.
En cambio, Tarragona regula, desde 2018, las actuaciones, en este caso, musicales a través del programa ‘Tarragona, Patrimoni al carrer’. En total, hay 19 ountos donde pueden realizarse interpretaciones, con previa reserva y autorización. Como se indica en la web del Ayuntamiento de Tarragona, los músicos interesados tienen que acreditar formación o experiencia musical y presentar la solicitud de admisión al proyecto y acreditarse en cualquiera de las oficinas de la Oficina Municipal d’Atenció Ciutadana (OMAC). La autorización o denegación de la acreditación se facilita en el plazo de tres días laborables, y cuando existan dudas en la consideración artística, podrá solicitarse una audición. Si se adquiere la acreditación, esto no permite la actuación sin la previa reserva de los puntos de interpretación, día y hora. La reserva tiene que hacer con una mínima antelación de tres días.
En cuanto a las acreditaciones, son personales e intransferibles, con vigencia anual. Los intérpretes forman parte de un registro de músicos con autorización para interpretar música en la calle, con acceso al sistema de reservas de puntos.