Una vía ‘galana’ es aquella que remite a algo bello, agradable o atractivo, que cautiva a sus transeúntes por sus encantos y adornos que visten las fachadas de forma elegante y distinguida. En este caso, el valor añadido de la calle de Les Galanes de Reus son sus tiendas de toda la vida, que siempre han formado parte del tejido industrial y social de la ciudad.
Un lugar de paso por el que constantemente circula gente, en ambos sentidos, hacia la plaza Mercadal y hacia la plaza Catalunya, la calle comunica con otras zonas a partir de sus cuatro encrucijadas con las calles de la Presó, Montserrat, Pujol y Bages. Y, sin duda, uno de sus principales atractivos es que en ella conviven la modernidad con la tradición, desde los distintos estilos arquitectónicos hasta los grandes focos de luces led que sustituyen a los farolillos del alumbrado público. Además del empedrado, que no muchas vías conservan ya.
Así, la calle de Les Galanes puede presumir de tener mayor extensión, más tiendas, más variedad y mayor antigüedad.
Un entorno de lo más atractivo
Cuenta con una arquitectura y una imagen tan única como apreciada por comerciales y clientes. En la calle, destaca el contraste entre aquellos edificios más nuevos, reconstruidos o modificados en los últimos tiempos, y las fachadas de piedra, con entradas ‘rústicas’, elementos de hierro forjado... que pese a los años transcurridos siguen en pie. También, se conservan algunas de las aldabas, inscripciones y cristogramas en piedra y relieves ornamentales, así como el cableado eléctrico, completamente a la vista sobre nuestras cabezas.
Otra realidad significativa es que «es raro ver un local mucho tiempo cerrado, porque es una calle atractiva y asequible dentro de lo que cabe», como apunta la propietaria de la tienda Batabat, Marta Sureda. Nuevas tiendas y negocios abren y cierran continuamente, mientras algunos locales permanecen a la espera de acoger en su interior algún negocio y llenar sus escaparates.
Llama la atención la variedad de tiendas, desde peluquerías a ropa, pasando por zapaterías, restauración, una costurera, centros de estética y hasta un colmado. Ejemplos como Calçats Casa Girona, Colmado Baró, Garola o Forn Sistaré garantizan la continuidad de esa esencia tradicional que mantiene como vía comercial. La calle de Les Galanes de Reus no ha perdido su apariencia de barrio, de cuando la ciudad era más pequeña, y no ha sufrido grandes modificaciones de cara al turismo. Eso sí, «hay más turistas, pero siempre ha habido movimiento en esta calle», afirma Sureda.
De hecho, la tienda Batabat abrió en la calle Sant Elies, pero tras el cierre del Hospital Sant Joan y las consecuencias de la crisis económica, la proximidad al Mercat Central no aseguraba suficiente clientela. Por ello, su creadora decidió trasladarse al centro, al número 8 de Les Galanes. «Me pareció que era muy acogedora y que la tienda podía encajar muy bien aquí», afirma Marta Sureda. Después de la pandemia, descubrió que estaba disponible el local del número 3 y que era «una tienda más grande, más moderna, más chula», cuenta muy contenta con su nueva ubicación. «Ahora soy la primera tienda de la calle, no me movería nunca de aquí», concluye.
Participativa, activa y abierta
Además, la calle de Les Galanes se ha convertido en un entorno participativo y abierto a hacer cosas para dinamizar la propia calle. Como cuenta la dueña del Batabat, a través de un grupo de WhatsApp, la asociación de vecino decide qué iniciativas emprender y pagan una cuota trimestral.
Por ejemplo, la música de ambiente que acompaña a los reusenses en sus compras y paseos diarios fue cosa suya. Asimismo, cuelgan banderolas para la Fiesta Mayor, ponen luces navideñas y participan de dinámicas solidarias decorando sus escaparates.
«Todo lo que se pueda hacer de puertas para fuera es positivo para el comercio y para la gente», asegura Marta Sureda. Por ello, la vía guarda un gran vínculo con el Seguici Festiu y los símbolos locales.