LLos vecinos del barrio del Carme están hartos de las molestias que causan un grupo de okupas «muy problemático» instalado en el número 15 de la calle Sant Francesc. De hecho, desde la propia Associació de Veïns de l’Harmonia del Carme ya no saben como encarar el problema y no descartan tomar medidas por su propia cuenta tras más de un año denunciando el caso.
El último episodio se ha vivido este fin de semana después de que comprobaran que el edificio volvía a tener luz después de que la compañía eléctrica, acompañada por agentes de la Guàrdia Urbana, les cortara el suministro. La actuación se llevó a cabo el pasado viernes en el marco de un dispositivo especial por parte de la Guàrdia Urbana, en colaboración con las empresas suministradoras, con el fin de garantizar la seguridad de los operarios en las actuaciones para cortas las conexiones ilegales en distintos puntos de la ciudad. Por ejemplo, el viernes también se actuó en viviendas de la calle Sant Miquel. Además, los agentes abrieron diligencias judiciales por la vía penal por las conexiones ilegales y requisó el material eléctrico.
«El olor es insoportable y la imagen que ofrece la calle es lamentable», se quejaban hace unos meses desde la entidad vecinal al respecto del grupo de okupas del edificio de la calle Sant Francesc. «Muchas veces orinan en la terraza o hacen sus necesidades en bolsas o cajas de cartón y después las echan a la calle», denunciaban.
Por otra parte, desde la asociación de vecinos también esperan que se lleve a cabo el derribo de los dos edificios desocupados que se encuentran justo al lado de la casa okupada. Un proyecto que depende de la adjudicación de las obras por parte del Incasòl.