Por las circunstancias en las que tuvo lugar, y por el hecho en sí mismo, el fallecimiento de Rosa generó un fuerte impacto en la sociedad. A su muerte le siguieron multitud de concentraciones y actos de protesta que se extendieron rápidamente por todo el país y forzaron la reacción de políticos y entidades. Los mecanismos de la Administración y las compañías para auxiliar a las personas con pocos recursos fueron puestos en el foco público. La mujer visibilizó una cuestión de la que, hasta entonces, no se hablaba tanto y de la que ya no se ha dejado de hablar: la pobreza energética.
En Reus, uno de los actos de recuerdo más sobrecogedores se llevó a cabo el 16 de noviembre de 2016, pocos días después del incendio. Cientos de personas acudieron al Mercadal y depositaron velas encendidas en el suelo perfilando una silueta junto a la palabra «culpables».
La Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR) pidió «protocolos claros» en sucesivas manifestaciones por los diferentes barrios y recogió firmas para que no se repitieran situaciones tan tristes. Desde entonces, cada noviembre vuelve a la memoria el caso de esta reusense. Aún nadie ha olvidado lo que ocurrió en la calle de Santa Anna.
En este tiempo, el Ayuntamiento ha potenciado sus herramientas para evitar que escenarios de vulnerabilidad lleguen al extremo en el que se vio Rosa. Actualmente, y hasta el 30 de septiembre, mantiene abiertas las solicitudes para acceder a las ayudas contra la pobreza energética para familias en situación de necesidad socioeconómica. Este año se han previsto 110.000 euros ampliables a 200.000. El invierno de 2021-2022, el consistorio otorgó 711 aportaciones para cubrir la luz y el gas.
El año pasado, la anulación de la sanción a Gas Natural por parte del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya reavivó aquel clamor y la ola de críticas. En una marcha liderada por el Sindicat d’Habitatge de Reus (SHR), el miembro del colectivo Edgar Fernández lamentó que, con Rosa, «hubo una cadena de errores que nunca deberían haber ocurrido». Fernández llamó a «dejar de estigmatizar la pobreza energética».