Reus ha empezado a enlazar la red de carriles bici: unir las vías ya existentes, pero que están inconexas, y habilitar zonas ciclables en nuevas áreas de la ciudad. Los trabajos ya avanzan a buen ritmo en la avenida de Tarragona, entre el Tecnoparc y la avenida del President Macià. Justo a principios de mes también empezaron los trabajos para conectar las zonas norte y sur. La previsión: desplegar cerca de 30 kilómetros de carriles bici en los próximos meses y convertir Reus en una ciudad ciclable. Todo ello supondrá una inversión de más de un millón de euros, financiados en gran parte por los fondos europeos Next Generation.
«Lo que pedimos es que tengan sentido. Que no te encuentres que un carril termina de repente», exclama la presidenta de la asociación vecinal de la Pastoreta, Puri Flores, una de las zonas donde habrá nuevos carriles. Es algo que el Ayuntamiento lleva trabajando desde hace años a través del Pla Específic de la Bicicleta y, ahora, se dan los pasos más visibles. Las primeras acciones fueron a finales de 2018, con la creación del carril bici de la estación de tren o el refuerzo de la señalización del límite de velocidad a 30 km/h. Ahora, el resto de proyectos previstos en el plan van saliendo adelante.
Los que están tomando forma son sólo una pequeña parte. En breve también se sumará la calle Astorga y dos tramos de la avenida de Bellissens. Unos trabajos que, con una inversión de 796.364,32 euros, han sido adjudicados recientemente y tendrían que estar listos en primavera. En el primer caso, habrá un carril entre la avenida de Sant Bernat Calvó y el barrio Montserrat. En cuanto a la avenida Bellissens, los trabajos permitirán conectar el Hospital Sant Joan con la rotonda de la carretera T-11.
También avanza el proyecto para los nuevos tramos en las avenidas de Falset y de Salou. Salió a licitación en septiembre por 352.152,77 euros y ahora falta conocer qué empresa se encargará de materializarlo. Los trabajos permitirán alargar el carril bici ya existente en la avenida de Falset hasta la calle de Joan Fuster (al final del polígono de Mas de les Ànimes). En la avenida de Salou, el actual tramo acabará conectando con los futuros carriles de Sant Bernat Calvó y Flix. Lo que quedará pendiente es conocer los próximos pasos para que el carril bici de Blancafort sea una realidad. Un proyecto del que se hace cargo la Generalitat.
Desde algunos de los barrios que verán incrementada la presencia de carriles bici hacen una buena valoración inicial. «Apostamos por el fomento de la movilidad sostenible, pero sobre todo, que hayan conexiones reales», recalca Flores, desde la Pastoreta. En esta zona, el consistorio prevé implementar áreas segregadas para bicis en puntos como la plaza de la Pastoreta, la avenida de la Salle, plaza Europa o avenida de Sant Bernat Calvó. Trabajos que están enmarcados en la conexión norte-sur de Reus: desde la estación de trenes hasta el futuro apeadero de Bellissens.
En esta misma línea, el despliegue de carriles seguirá por President Macià, calle Jaume Vidal i Alcover, de Montserrat Roig (alrededores del instituto Eduard Toda), hasta avenida de Bellissens. Para el presidente de la Associació de Veïns El Roserar de Mas Iglesias, Francesc Jornet, la conexión de la ciudad es positiva. Pero echa en falta que el consistorio explique directamente a los vecinos planes de este tipo. «Es decir, que haya carriles bici en las avenidas está perfecto, pero no lo vemos igual en calles más estrechas, como puede ser la de Montserrat Roig. Si nos lo plantearan, podríamos aportar nuestro punto de vista y llegar a consensos», reclama.
En cuanto a la avenida de Tarragona, además del nuevo carril, justo estos días está tomando forma la nueva rotonda. «Una larga reivindicación», recuerda Anabel Cuevas, al frente de la asociación vecinal de Mas Carpa. El objetivo es pacificar el tráfico. «Como que es una vía recta, de doble carril, nadie hace caso de la limitación de 50 km/h», exclama Cuevas, que confía que, con la rotonda, se gane en seguridad.
