Con el objetivo de hacer más próximos y visibles los servicios de acompañamiento y asesoramiento a emprendedores y empresas, la concejalía de Empresa i Ocupació del Ayuntamiento creó, hace poco, un nuevo punto de atención en el centro de la ciudad, ubicado en el antiguo hospital de la calle Sant Joan. Este, se suma al que ya funcionaba, desde mayo de 2020, en el Institut Municipal de Formació i Empresa (IMFE) Mas Carandell de Reus.
A día de hoy, las personas que quieran emprender o que ya sean empresarias y necesiten acompañamiento –de forma individual o en grupos reducidos–, podrán acudir a ambos lugares en los horarios de apertura de cada lugar. Así, expresan desde el Punt d’Atenció, «llegamos a más gente». Por lo que se refiere a las cifras (trasladan las mismas fuentes del Punt d’Atenció) los asesoramientos individuales –de entre 50 y 60 minutos, efectuados en las horas convenidas durante el 2022– han sido 48 y se han atendido a 51 personas, un número que a pesar de la pandemia consideran positivo. «La cantidad de usuarios se está reactivando», aseguran. De estas atenciones, determinan, el perfil más habitual es el mayor de 45 años y el sector que abunda, con 41 empresas contabilizadas, es el de servicios.
En cuanto a los asesoramientos individuales específicos –realizados, también, en las horas convenidas, en 2022–, se han llevado a cabo hasta el momento 35 asesoramientos, en los que han atendido a 38 personas. El perfil mayoritario, en este caso, está entre los 25 y los 45 años, la mayoría han sido mujeres y el sector servicios ha seguido siendo el más frecuente. El servicio de apoyo al emprendimiento, también contempla la atención de grupos reducidos, como decíamos, en los que se tratan aspectos clave a la hora de crear una empresa y hay sesiones abiertas –con actividades y asesoramiento sin coste para el usuario–, que ya se venían haciendo desde hace tiempo; están al alcance de emprendedores que empiezan un negocio o que se encuentran en los primeros años.
El concejal de Empresa i Ocupació, Carles Prats, aporta que las personas que tienen un negocio o que quieren empezar uno de cero «buscan la proximidad». Expresa que «puede que Mas Carandell quede un poco lejos para algunas personas y, por esta razón, esperamos que habilitando un espacio más, facilitemos el acceso al asesoramiento, al igual que los centros cívicos acogen puntos de atención de otras naturalezas», recuerda el edil. Tener un contacto más directo con emprendedores, señala, «nos permite trabajar en las necesidades reales del tejido empresarial de la ciudad; estudiamos los perfiles que se acercan a los puntos de atención y recopilamos información».
Llegar a tener una ubicación más, declara, «supuso todo un proceso, que hemos conseguido llevar a la práctica para que el servicio gane visibilidad». El mero asesoramiento les permite «redireccionar a las personas para que estas sean guiadas de una forma más adecuada y estratégica». En palabras de Prats, «hay una retroalimentación de información, si damos con una idea de negocio o un proyecto que encaja con otros programas activos en la concejalía, redireccionamos a las personas», acota.
Son ejemplos el proyecto de Reus Espais Vius –mediante el que promueven la ocupación de locales vacíos de los arrabales de Robuster y de Sant Pere–, el programa Reempresa –relacionado con el relevo generacional de una empresa que cierra– o, simplemente, si se opta por trabajar de forma cooperativa, «el Ateneu Cooperatiu CoopCamp puede colaborar con la persona emprendedora», complementan desde el Punt d’Atenció.
El testimonio
El emprendedor Jordi Rodríguez cuenta su experiencia y cómo llegó a recibir asesoramiento: «Desde 2016, estoy implicado en temas de impresión 3D y quise crear un proyecto sin perder de vista el aspecto social, teniendo en cuenta a las personas. Mi trayectoria hacia el emprendimiento surgió en plena llegada de la pandemia. Se me ocurrió que podía realizar otro trabajo –ajeno a mi ocupación principal– y me cogí una excedencia». Después de unas semanas, se enteró de que el IMFE Mas Carandell acogía un programa de acompañamiento a la creación de empresas –con formaciones sobre ideas de negocio, eficacia personal, obligaciones fiscales, estudio de mercado, etc.– y asistió a sus sesiones formativas. Rodríguez, que se describe a sí mismo como «dinamizador digital», obtuvo una tutorización tras exponer, de forma resumida, su idea de negocio.
«Esta guía me dio a conocer las posibilidades de mi idea de negocio y, de ahí, he sido direccionado hacia el Punt d’Atenció y descubierto opciones para la viabilidad del proyecto, qué vías hay para financiarlo, las ayudas a las que podría optar e incluso que, entre otras alternativas, está la de capitalizar el paro para empezar», detalla. Rodríguez vio que le podía sacar rendimiento a su idea, a nivel empresarial y global, «con resultados que podrían repercutir en la ciudad y con la posibilidad de replicar el proyecto en otros municipios», añade.
La idea en cuestión partiría de lo que sería «crear el punto de reutilización de plásticos de la ciudad, creando un ciclo cerrado». Rodríguez propone gestionar el residuo plástico que, genera Reus –sus negocios, ciudadanía en general, Ayuntamiento, etc.– «y reaprovecharlo a través de la transformación del material que harían impresoras 3D». Este material cambiaría de forma y, a partir de este, se crearían «desde muebles hasta recambios de piezas para mobiliario urbano, lo que fuera necesario», resume.
Una vez consolidado todo lo expuesto, «sería interesante explicar la fabricación digital en las aulas, para que las escuelas ganaran en autonomía, llevando a la práctica este ciclo de reutilización de materiales y pudieran sustituir, por ejemplo, un perchero escolar roto imprimiendo la pieza que necesitan en el mismo centro educativo», concibe. Desde el Punt d’Atenció recalcan la importancia de «hacer seguimiento de un caso y, de ahí, derivarlo a donde creamos más adecuado».