Vecinos y restauradores del callejón de las Basses y alrededores (cerca del arrabal de Jesús) denuncian inseguridad y mal ambiente que se respira en la zona desde hace un par de semanas. Según cuentan, es por un grupo de okupas que han entrado en un inmueble del arrabal de Jesús. Denuncian que desde su llegada, en pocos días ha habido robos en domicilios y las calles de la zona se han quedado a oscuras «porque se pincharon a una farola».
Pero la gota que ha colmado el vaso fue una fuerte pelea entre ellos que protagonizaron el lunes en plena calle. «Había sangre, querían coger cuchillos de la terraza de Can Llesques...», explica un testimonio. Incluso tiraron un vaso a una chica de un establecimiento. «Hubiera podido pasar de todo», lamenta.
Los presentes llamaron a la policía, «Guàrdia Urbana no se presentó, pero Mossos sí», cuentan, aunque en ese momento la pelea ya había terminado. «Vi que los mossos hablaban con tres de ellos», cuenta otro testimonio. No obstante, según fuentes de Mossos consultadas no hubo, finalmente, detenidos.
Vecinos de la zona cuentan que los okupas serían un grupo de jóvenes, «de entre 18 y 20 años» que «van medio desnudos por la calle». El inmueble okupado es del arrabal de Jesús, pero parece ser que acceden al edificio por la parte trasera, «por ventanas del callejón de las Basses», detallan varios testimonios. Aunque no saben exactamente desde cuándo este grupo está por la zona, todos sí que coinciden con que los problemas y altercados empezaron hace un par de semanas.
Desde entonces, la inseguridad ha ido en aumento, primero con los robos, y ahora con la pelea de este lunes, con lo que el vecindario ha decidido hacer pública la situación. «Nos da miedo incluso sacar el perro a pasear cuando cae la noche», relata Víctor Perales, al frente del restaurante Flaps, ubicado en esta misma zona, y también vecino. Una sensación compartida con el resto de vecindario.
Los altercados se han sumado también a la falta de luz. Y es que «hemos estado muchos días con calles a oscuras, porque los okupas se pincharon a una farola». Perales cuenta que, a raíz de esto, la plaza de David Constantí y el callejón quedaron sin luz «durante bastantes días». Al final, avisaron a Brigades, y cortaron la conexión ilegal, con lo que los okupas ya no estarían enganchados a la red pública.