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Orinar en la calle, el botellón, ensuciar y hacer ruido, el incivismo que más se sanciona en Reus

El ocio nocturno cierra filas contra las malas conductas y plantea habilitar lavabos de parkings municipales. Desde 2014, la Urbana ha denunciado más de 16.400 infracciones de toda clase

05 enero 2023 20:09 | Actualizado a 06 enero 2023 10:00
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La Guàrdia Urbana de Reus ha levantado este pasado 2022, con datos hasta el 20 de diciembre, 2.117 actas por las principales infracciones de la ordenanza de civismo. La cifra recoge solo las actuaciones más destacadas –hay más– y es similar a la de 2021, que se quedó en 2.255.

Las conductas más multadas, según la información que aporta el consistorio, fueron orinar en la vía pública y el botellón, con 646 y 359 denuncias respectivamente. También se tramitaron 206 sanciones por ensuciar la calle, 132 por causar molestias por ruidos y otras 100 derivadas de solicitudes u ofrecimientos de sexo. Al margen de esto, la policía local inició 569 expedientes por tenencia de drogas y hasta 105 ligados a tenencia de armas.

Entre 2014 y 2022, según las estadísticas que ofrece el Ayuntamiento, la Urbana ha denunciado más de 16.400 actitudes incívicas. Al respecto, el alcalde de Reus, Carles Pellicer, incide en que «todos sufrimos las consecuencias del incivismo». «Es una cuestión de ciudad y la lucha contra el incivismo es cosa de todos», destaca, e indica que «es por eso que mantenemos la presión policial y tenemos en marcha una campaña para apelar al conjunto de la ciudadanía y que haga frente a los incívicos».

La ordenanza prohíbe el consumo de alcohol en lugares públicos cuando se perturbe la tranquilidad ciudadana. Beber en la calle se considera una infracción leve, con multas de hasta 600 euros. Orinar en espacios públicos también está prohibido pero supone, en su caso, una infracción grave, que puede desembocar en el pago de hasta 1.200 euros.

Bajo el punto de vista del Ayuntamiento, el volumen de actas «demuestra que la Guàrdia Urbana mantiene la presión policial contra el incivismo en los últimos años». Las instrucciones de persistir en ese objetivo «vienen motivadas por la voluntad del gobierno de dar respuesta a las demandas de la ciudadanía y acabar con las conductas incívicas que generan más molestias vecinales».

Y es que «la principal preocupación de la población en materia de seguridad es el incivismo». Fuentes municipales destacan que «una de las líneas prioritarias» de la policía local es seguir trabajando en la concienciación ciudadana con relación a las conductas que afectan a la convivencia, con «especial atención en aquellas que ocasionan más quejas».

El consistorio sostiene que «el grueso de comportamientos incívicos denunciados están vinculados al ocio nocturno», aunque «los problemas no suelen venir dados por los locales, sino por los clientes que, cuando salen o se encuentran en la calle, no respetan el descanso de los otros».

Así lo explicitó también el alcalde durante la presentación de la más reciente –y aún vigente y desplegándose– campaña municipal contra estos gestos, ‘A casa no ho faries. Al carrer, tampoc’. Como parte de esta campaña, se instalaron recordatorios de las sanciones por infracciones en diferentes puntos del municipio.

«Es un tema de educación»

Por su parte, los empresarios del ocio nocturno en la ciudad tienen claro que «apoyamos esa campaña con muchas ganas», tal como indica el responsable del local La Fàbrica, Josep Maria Tintorer. «Lo que el Ayuntamiento cree que es incivismo, lo es», añade, y resalta que «eso da mala imagen de nosotros y no somos nosotros quienes lo hacemos, sino los incívicos». Por eso, el sector es el primer interesado en que «la gente salga de noche con tranquilidad» y se desmarca de «quienes hacen lo que no deberían».

Por ejemplo, en La Fàbrica, «a la entrada, tenemos una serie de recomendaciones de civismo y hemos colocado letreros», comenta Tintorer, que está convencido de que «la cuestión es educar para que la gente vea que hay cosas que no debe hacer».

En su momento, el Ayuntamiento pidió a los establecimientos que facilitasen el acceso a sus servicios como una de las medidas de prevención. Tintorer explica que «se ha hecho» y propone más acciones como, «tal vez habilitar los lavabos públicos de la red de parkings municipales, como los que hay en el de Sant Ferran, para que quien lo necesite pueda usarlos en lugar de hacer sus necesidades en cualquier lugar».

El responsable de la discoteca La Fàbrica destaca que «quien es incívico no espera a que llegue el fin de semana y a salir de fiesta para serlo» y ve con buenos ojos que se sancione porque «es algo que puede ayudar a que esto remita».

Fogatas en Mas Pellicer

En algunas zonas de Reus, en otro orden de cosas, el incivismo toma otras formas y alcanza, desde hace un tiempo, cotas de vandalismo. Así lo denuncia el presidente de la Associació de Veïns I de Maig, Eduardo Navas, que lamenta que los episodios se repiten en Mas Pellicer.

«Han estado encendiendo fogatas en la calle», relata. Preguntado sobre qué puede motivar estas conductas, Navas dice que «seguramente esas personas quieren estar un rato fuera y, como tienen frío, ven normal encender una hoguera». Más allá de esto, «el asiento de la parada del bus también nos lo rompieron y se ha quedado así» y «pusimos unos bolardos y nos los han desmantelado».

Navas piensa que «si hubiera más presencia de la Urbana, estas cosas no nos pasarían», aunque «si vienen, tiene que ser de manera efectiva y que los delincuentes vean que hay consecuencias para ellos». La entidad vecinal organizó hace poco una manifestación contra el vandalismo, después de que algunas familias se vieran forzadas a abandonar el barrio por esta cuestión, y «no descartamos volverlo a hacer».

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