Nando Coronado es un reusense que ha pivotado su vida hacia el coaching, además de ser autor del libro Avanza, donde habla de liderazgo y gestión emocional.
¿Cuál es su primero acercamiento al coaching?
Yo lo veo como una consecuencia. Antes trabajaba coordinando equipos en una multinacional, ahí la empresa nos enseñó la figura del coach como estilo de liderazgo, y eso me despertó mucha curiosidad. A partir de entonces me empecé a informar y busqué una formación de máster la Universitat de Barcelona. Inicialmente lo hice con el objetivo de ascender en la empresa, que fuera mi valor añadido. Pero al llegar ahí, a la formación, la primera frase que me dijo un profesor fue: «no puedes liderar a nadie si no has aprendido a liderarte a ti mismo».
Entonces empieza el proceso de deconstrucción.
De todos los años de formación, tanto obligatoria como luego universitaria, nunca me habían dicho esto antes. Me quedé fascinado. Hasta ese momento aprendía porque la gente me enseñaba, el coaching me ha facilitado el aprendizaje, sobre todo en inteligencia emocional. Esta introspección me permite responder la que es la pregunta de mi vida, saber quién soy. Esos días de formación me permitieron encontrarme y proyectar mi felicidad a futuro. A partir de ahí decidí acompañar a las personas mediante la inteligencia personal.
«Comparto mi experiencia porque considero que es algo necesario y vital, sobre todo para mi generación»
¿Cuál es el método para incentivar este proceso?
Yo comparto mi experiencia porque considero que es algo necesario y vital, sobre todo para mi generación. Hemos transitado por una educación centrada en la producción pero no en la facilitación del aprendizaje. Explicando cosas que me han ocurrido en mi vida para intentar acercar estos valores a los lectores.
El libro Avanza es su primera obra. ¿Cómo surge la idea?
Ya tenía en mente desde hace tiempo hacer un libro, y vi el confinamiento como una oportunidad. Fue un reto para mí desglosar toda la información que ya tenía en mi cabeza, añadido mi nivel de autoexigencia. Empecé anotando reflexiones que quería que salieran. Mi objetivo era que, una vez terminara la pandemia, sintiera que no me había arrepentido de todo ese tiempo. Fue entonces cuando decidí acelerar este objetivo, documentándome todavía más, leyendo y escuchando entrevistas de referentes en el sector, dándole forma a las preguntas básicas.
«Debes tener claro a quién te diriges, qué mensaje quieres dar, la estructura y lo que quieres poner para que no sobre nada»
¿Qué pregunta?
En mi opinión, antes de empezar a escribir debes tener claro a quién te diriges, qué mensaje quieres transmitir, la estructura que le quieres dar y qué le quieres poner para que no sobre nada. En el título del prólogo lo dejo claro, pido que la gente no me haga caso.
Puede sonar contraproducente.
Parto en el libro siempre de mis experiencias, hechos reales añadidos a herramientas de autoconocimiento, mi objetivo es inspirar a la gente a encontrar su propia verdad. Es una obra ideada para que el lector reflexione, desaprenda y así aprenda lo que esa persona quiere.
¿Cómo forma a las personas con todos estos aprendizajes que ha ido adquiriendo con el paso del tiempo?
En la diversidad está la riqueza, yo preparo una guía, pero lo que de verdad importa es lo que sucede en una clase, poder extraer tus aprendizajes a partir de reflexiones y del diálogo reflexivo del coach. De esta manera, un pequeño grupo se puede retroalimentar en un entorno confidencial y seguro, te permite ampliar la perspectiva.