Las bonificaciones del IBI del 50% para vecinos y empresas de Reus que instalen placas fotovoltaicas están teniendo, ya, sus frutos. La medida se anunciaba en abril de 2021 con la finalidad de incentivar a la ciudadanía a abastecerse con energías renovables. En solo medio año, el Ayuntamiento ha recibido un total de 55 solicitudes. La gran mayoría (53) corresponden a vecinos, mientras que las dos restantes son empresarios.
«Vemos que la gente está concienciada y muchos se están interesando, preguntando por esta cuestión», relata el concejal de Medi Ambient, Daniel Rubio. La condición para poder acceder a la bonificación del Impuesto de Bienes Inmuebles durante cinco años es que las placas solares instaladas generen, al menos, el 30% de la energía contratada. «La potencia media de una vivienda es de 5-6 kilovatios (kW) y, por poca cubierta que tenga una casa, es suficiente para alcanzar el 30%», señala el concejal. De hecho, la cincuentena de solicitudes suponen un total de 836 kW de potencia instalada, «con un promedio de 4-5 kW por unidad». Así pues, incluso se superaría el 50% de la potencia contratada.
Hasta finales de octubre, las solicitudes recibidas eran 36 (ocho ya concedidas y 28 en trámites), y en los dos últimos meses del año se dispararon hasta alcanzar las 55. Un creciente interés que hace pensar que seguirá en aumento también en los próximos meses. De hecho, Daniel Rubio cree que 2022 «será el año». Como detalla, las instalaciones de autoconsumo eran, hasta el momento, «muy residuales». Por la cual cosa, relaciona de forma directa este incremento de las instalaciones con la medida puesta en marcha por parte del consistorio reusense, siendo un «punto de inflexión».
Además, también se ha detectado interés por parte de las empresas del sector de las fotovoltaicas, y es que en Reus «se está creando un nicho de mercado, donde se necesitan las empresas especializadas para ir avanzando», recuerda el concejal.
Paralelamente, otros proyectos relacionados con el autoconsumo siguen también avanzando, como es el caso del proyecto desarrollado desde la asociación de vecinos del barrio La Mineta de Reus, que abarca la zona del Passeig de la Boca de la Mina, Passeig Nord y el Camí dels Cinc Ponts. El proyecto, con la adhesión de una cuarentena de familias y tres comunidades de vecinos, pasa por la compra colectiva de fotovoltaicas con la intención de poder acabar formando una comunidad energética, «algo que es muy interesante porque, al final, se trata de la implicación directa de la gente y este es un muy buen ejemplo», destaca el concejal de Medi Ambient.
A nivel municipal, cabe recordar que se avanza en la creación de una comunidad energética de autoconsumo en el barrio Gaudí, a partir de placas fotovoltaicas que se instalarán en Mas Carandell. El Ayuntamiento también está impulsando otra comunidad en el polígono AgroReus. En esta zona, se aprovecharán las cubiertas de edificios públicos y privados para la instalación de placas y que podrán suministrar energía a los edificios municipales y a las empresas instaladas al polígono, en un radio de 500 metros. Además, se prevé aprovechar el excedente para producir hidrógeno verde.
En otros edificios municipales también se instalarán placas: la escuela La Vitxeta, Pi del Burgar, Isabel Besora, Dr. Alberich i Cases y CEIP Rubio i Ors. Puntos que se sumarán a los ya existentes, como en la escuela General Prim, Joan Rebull, Rosa Sensat, Montsant y la escuela Teresa Miquel i Pàmies, o el Gaudí Centre y la Biblioteca Xavier Amorós.
Con la creación de comunidades energéticas, el consistorio quiere hacer llegar la energía verde también a comercios, algo en lo que se está trabajando.