Marina Berasategui: «Reus tendrá patinetes de alquiler a medio plazo»

Entrevista a la Concejala de Urbanisme i Mobilitat. La Ordenança de Mobilitat estará lista este año. Una vez apruebe la nueva normativa, el gobierno otorgará licencias. El despliegue podría coincidir con el del sistema municipal de bicis, fijado en 2023

05 octubre 2021 05:40 | Actualizado a 05 octubre 2021 06:01
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La reorientación hacia el peatón, la adaptación a los nuevos sistemas de transporte y la definición de más polos de actividad son algunos de los retos en materia urbanística que afronta Reus, inmersa de lleno en el proceso participativo del Carrilet y que acaba de estrenar la nueva estación de autobuses interurbanos Reus Centre. La concejala de este ámbito, Marina Berasategui, aborda los próximos cambios que vivirá la ciudad.

¿Hacia dónde avanza Reus en materia de urbanismo?

Estamos siguiendo la revisión del Pla General d’Ordenació Urbana que se inició en su momento. Es un trabajo hecho y es válido. Pero, ahora, lo que tenemos sobre la mesa son modificaciones puntuales del planeamiento que posibilitarán proyectos enfocados al modelo de ciudad que queremos: la que no es expansiva, sino que regenera el tejido existente, que se reforma desde su parte ya construida. Queremos mejorar en zonas verdes, trabajar la movilidad con la expansión de la red ciclable y la peatonalización, y aplicar la vision de género.

Entonces, ¿habrá que rehacer el POUM?

Sí. Ya se llevó a cabo un intento de revisar el planeamiento pero, por circunstancias del contexto político, social y económico, no culminó. De cara ya a un próximo mandato sería bueno que nos planteásemos iniciar las tareas de aprobación.

Habla de visión de género y de urbanismo feminista. ¿En qué consisten? Se nos puso el ejemplo de agrandar las aceras para los carritos de bebé.

La visión de género consiste en diseñar espacios que tengan en cuenta su impacto en la vida de las mujeres. No significa que solo las mujeres lleven el carrito, pero como son la mayoría de las personas que hacen este tipo de cuidados, son a las que más afecta. El concepto de feminismo: si un espacio es más seguro para la mujer, lo es para todos. Se busca que la ciudad se adapte y que lo que hacen más las mujeres que los hombres lo pueda hacer mejor todo el mundo. También hablamos de organizar los barrios para garantizar los servicios básicos a 15 minutos a pie.

La ciudad va a generar más zonas de preferencia para peatones.

Con el Pla de Mobilitat Urbana definiremos cómo funcionará la ciudad. Hace 11 años se hizo un documento ya con una visión sostenible pero aún centrada en el vehículo privado. Queremos evolucionarlo e identificar los ejes peatonales y cívicos. Ya tenemos uno muy marcado, el norte-sur que une las estaciones de bus y tren. También está el concepto de ‘islas cívicas’: zonas que no tienen por qué ser ejes de comunicación pero donde, solo limitando el acceso de vehículos, ganas espacio para los vecinos.

¿En qué otros puntos se desplegarán estos ejes?

El eje Centro-Riudoms sería uno. Otro sería Bellissens hacia el sur y otro, Reus-Montblanc. No es que no pasará ni un coche, es que la movilidad seguramente será en transporte público, en bici... La ciudad también tendrá un centro con zona de bajas emisiones que limitará mucho el acceso de vehículos al núcleo. Y la nueva Ordenança de Mobilitat regulará velocidades, marcará por qué calles podemos ir, dónde tendremos preferencia...

¿Cuándo estará lista la nueva Ordenança de Mobilitat y cuándo la revisión del Pla de Mobilitat Urbana?

La ordenanza la queremos tener lista a finales de año y el plazo de revisión del Pla de Mobilitat acaba en junio. Esto nos permitirá fijar una reglas del juego consensuadas que nos deben llevar a 2035 sin dudas.

Uno de los primeros proyectos afectará a un tramo del Raval de Santa Anna.

Ese es ejemplo de lo que acabaremos viendo en estos otros puntos. Será la comprobación física de la estrategia.

Se habló, hace un tiempo, de seguir peatonalizando el Tomb de Ravals hacia Prim y el Raval de Jesús. ¿Se hará?

Como obra, no estará todavía incluida pero sí que, a nivel de movilidad, es posible que se cambien o se limiten ya algunos accesos o algunos giros para acostumbrar a la ciudadanía a no utilizar un tramo que no será funcional. Como Santa Anna estará peatonalizado, el giro de Sant Joan hacia allí no tendrá sentido salvo por el actual acceso al aparcamiento subterráneo.

¿Cómo está funcionando la consulta sobre la nueva centralidad del Carrilet?

Bien. Se está invitando a la ciudadanía y hay varias fases. La primera es de aproximación territorial, de un ámbito a 15 minutos caminando de esta centralidad y queremos escuchar sin ningún filtro las necesidades y las inquietudes de la gente. En una segunda fase se hará la consulta a la ciudadanía en general, más para usos o líneas de interés. Y en la última fase se definirán conclusiones para dárselas como base a los equipos que trabajarán en la transformación urbana. Quizá es el primer procedimiento colectivo de diseño de necesidades a nivel urbanístico en Reus.

El gobierno ha puesto fecha al cierre del Mercat del Carrilet y luego ha anunciado un nuevo mercado.

Lo que intentamos aclarar es que hemos visto la necesidad de producto fresco y que esta estará contemplada en el proyecto de transformación urbana. Como es un ámbito de estudio más grande, ya sé verá cómo y dónde. Lo que sí que no seguirá será el equipamiento, la caja.

¿Y los paradistas? ¿Irán a un nuevo espacio?

Aún está por definir y, como ellos también forman parte de este proceso participativo, lo miraremos conjuntamente.

El puente del barrio Gaudí espera reformas.

Adif nos acaba de aprobar la autorización para hacer la obra. Miraremos que Adif repare las goteras por arriba, pero tenemos la tranquilidad de que, en paralelo, podemos intervenir por abajo y minimizar la presencia de agua en las aceras.

Reus Centre sacó muchos buses interurbanos de las Oques pero no todos. ¿Se acabarán de trasladar?

Depende de las concesionarias y las gestiones de la Generalitat. En el Ayuntamiento veríamos bien que fuesen a la nueva estación porque evitar la rémora de las regulaciones de líneas interurbanas favorecería, por ejemplo, la instalación de una rotonda adaptada a la bici. Los urbanos se quedarán en las Oques, son movilidad urbana y no regulan.

Ahora, los vecinos de Dr. Frias se quejan de que los autocares les traen contaminación y ruidos. ¿Es inevitable?

Es inevitable que la gente reaccione a las novedades y estamos a tiempo, con la puerta abierta a cualquier sugerencia y a mejoras. Nosotros, técnicamente, hemos buscado la mejor ubicación posible para minimizar este impacto.

¿El autobús urbano a demanda se expandirá?

Reus Transport está explorando sistemas para implantarlo porque hay zonas donde solo podría funcionar eso. Nos fijamos en sistemas de otras ciudades o combinaciones con otros transportes, como el taxi. Hay que entrar en esto. Pero venimos de una pandemia y acabamos de recibir ayudas del Estado para cubrir todo el déficit. No es inmediato, pero está claro hacia dónde crecer.

Reus tendrá un sistema público de alquiler de bicis en 2023, pero ¿tendrá patinetes?

Reus asumirá el patinete eléctrico como un elemento más de movilidad sostenible. ¿Escenario de prohibición de patinetes? No. Lo que hemos acordado el gobierno es que deben llegar cuando la ciudad aún esté más preparada para recibirlo de manera masiva. Es un medio democrático y que da autonomía. Un sistema público como el de la bici no lo tendremos, pero sí es posible que acabemos otorgando alguna licencia a algún operador, cuando tengamos la Ordenança de Mobilitat aprobada. Queremos más garantías internas de gestión de la seguridad y, con ello, dar la bienvenida a los operadores de patinetes.

¿Es algo a largo plazo?

No tanto. Medio plazo. Hay varias estrategias: abrir la puerta y hacer una gestión reactiva, hacerlo controladamente o buscar garantías. Y nosotros somos de rigor. ¿Si llegarán antes las bicis o los patinetes? Quizá lleguen a la vez. Teníamos claro que queríamos un sistema internalizado de bicis como la Girocleta de Girona y hace dos semanas que el nuevo técnico se emplea en avanzar en las contrataciones y en la infraestructura. En cuanto a licencias de patinetes de alquiler hemos recibido varias ofertas y contactos, pero llegarán cuando tengamos las garantías como ciudad.

¿El despliegue de la red ciclable avanza al ritmo previsto? Se invertirá en ella un millón.

En 2023 debemos tener ejecutados 30 kilómetros de carril bici que hacemos conjuntamente con la Diputació. Muchas líneas de financiación europea también lo promueven. La capacidad que tenemos de contratar proyectos y ejecutar obras es la que es. Con la conexión norte-sur empezamos a acumular kilómetros. Habrá carriles de convivencia, carriles segregados y zonas donde no podrá pasar la bici. Tenemos que ganar espacio al coche.

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