Parece que el calor no detiene el ímpetu de los participantes en los distintos ‘casals’ de verano impulsados por el Ayuntamiento de Reus.
Después de un curso largo e intenso, los principales centros públicos no hacen vacaciones, abriendo sus puertas durante el mes de junio a distintas actividades especializadas.
El programa invita a «aventurarse» en las distintas actividades programadas, ofertando un total de 150 plazas para niños y niñas entre 3 y 12 años. Siguiendo la estela del año pasado, las 5 escuelas y cursillos de verano se han centrado en una temática concreta.
Pilar López, concejal d’Educació, explicó que «durante esta semana los distintos centros están de lleno en el primer turno de dos». Según el Ayuntamiento, la cifra de ocupación llega al 96% de las plazas ofertadas, que destacó López como «un hecho que nos hace estar muy satisfechos».
También 30 trabajadores entre monitores, coordinadores y otros empleos forman parte del organigrama, en unos ‘casals’ licitados por el consistorio y gestionados por distintas entidades de carácter educativo y también lúdico.
La concejal resaltó «la inclusividad de los cursillos, con un precio tarifado y de acceso universal, que se adapta a las rendas de las familias».
Respecto a las cinco temáticas en las que se rigen los distintos ‘casals’, se encuentra en la escuela General Prim la temática es biodiversidad y natura. En la escuela Pompeu Fabra los participantes deben desentrañar los secretos de las artes escénicas. Para los niños y niñas más activos en la escuela Teresa Miquel i Pàmies se promueve la práctica multi deportiva, mientras que un año más se repite el ‘casal’ multi temático adaptado a la diversidad funcional en el Font de Lleó.
Otros elementos a destacar en la oferta lúdico-educativa de la ciudad durante el mes de julio, como el Casal ‘La tribu elemental’ en La Vitxeta, el Casal ‘La Superagència de detectius’ en la escuela Joan Rebull o ‘La ruta dels exploradors’ en el centro de educación Alberich i Casas. También en Isabel Besora y el Pi del Burgar se ofrecen cursillos veraniegos.
Aprender de una manera distinta
Estos cursos de verano permiten a sus participantes aprender de una manera diferente a la que se imparte de manera obligatoria. En el caso de la escuela General Prim, la ciencia es el eje central. Uno de los monitores, Marc de Martí, valoró muy positivamente «poder enseñar de esta manera.
Dividimos a los niños en tres grupos para trabajar de manera más concreta». Desde robots a legos, pasando por abejas que se desplazan, un conjunto de materiales que han dejado sorpendidos a los niños. Como en el caso de Fallou Diagne, un joven que destacó «la electrónica. La empezamos el otro día y hemos construido luces, ventiladores y hasta una radio». Su balance del curso fue especialmente positivo.
Equipamientos educativos ‘non-stop’
Uno de los ejes vertebradores de estas iniciativas es mantener los distintos equipamientos educativos de la ciudad en constante actividad. De los 20 centros de estas características, como escuelas, institutos escuelas y centros de educación especial, 17 cuentan con actividades lúdicas para este verano