Este 2023 será, por definición, un año electoral que determinará el futuro no solo del propio Ayuntamiento sino también de otras entidades e instituciones de peso a nivel local, puntas de lanza del tejido social y económico reusense. En algunas habrá relevo.
Tras el paso al lado de Meritxell Barberà, que renunció para incorporarse a las listas de ERC, la Unió de Botiguers de Reus deberá elegir nueva presidencia. En la Cambra de Comerç, ahora con Jordi Just al frente, se espera que los próximos comicios tengan lugar hacia el mes de septiembre, aún a falta de publicación oficial. Y Lluís Miquel Pérez, que comanda el Centre de Lectura, consumirá en pocas semanas su segundo mandato seguido, aunque la normativa permite a los presidentes encadenar hasta tres y el escenario se ha dado muy frecuentemente a lo largo de la historia.
Barberà oficializó su salida la semana pasada. A través de una carta, informó de que «la labor de sacar adelante la Unió de Botiguers requiere mucha implicación y hasta ahora la he tenido toda», pero «inicio un nuevo reto». Preguntada sobre las sensaciones que se lleva de esta etapa, la ya expresidenta explica que «ha sido una gran responsabilidad» y recuerda que cogió las riendas de la entidad justo cuatro días antes del Estado de Alarma por la Covid el 10 de marzo de 2020.
Estos tres años «han sido muy intensos» y llegan a su fin «teniendo el doble de asociados que entonces y habiendo saneado las cuentas», precisa Barberà. En su carta, también recordaba que durante su presidencia «hemos recortado gastos y alcanzado acuerdos económicos ventajosos», además de haber puesto en marcha la tarjeta de fidelización Gaudim Reus o haber consumado el traslado de la sede al edificio de la Cambra de Comerç.
Ella permanecerá durante alrededor de 20 días más dentro de la Junta Directiva, que se amplió recientemente en cuatro miembros y continúa trabajando. En paralelo, ya está abierto un periodo de presentación de candidaturas para liderar la Unió de Botiguers de Reus, que pueden depositarse en el registro de la Cambra de Comerç de Reus hasta el día 5 de abril. El cambio en la presidencia se hará efectivo en el transcurso de la siguiente asamblea, convocada para el 12 de abril. Una de las opciones probables es que la responsabilidad acabe en manos de alguno de los actuales integrantes de la Junta.
En cuanto a la Cambra de Comerç de Reus, a la espera de que la Generalitat establezca definitivamente un calendario, todo hace prever que las próximas elecciones se programarán a partir del mes de septiembre. De cualquier manera, Jordi Just llegará a la fecha ostentando la presidencia del ente al haber decidido la mayoría del pleno que así sea, pese a que en 2019 había pactado con Àgata Girbes un reparto de tres años más uno.
La Cambra de Comerç ha tenido tan solo tres presidentes en los últimos 54 años, diez en sus 136 años de historia. El ente se caracteriza, por lo tanto, por la continuidad y la estabilidad en este aspecto. Francesc Cabré estuvo desde 1968 hasta 2006, 38 años. Posteriormente, entró Isaac Sanromà, que se mantuvo de presidente de 2006 a 2019.
Fue entonces, en 2019, cuando resultó elegido Jordi Just, en principio para un periodo de tres años y con la idea de que, después, Àgata Girbes se hubiera convertido en la primera mujer en esa posición. Sin embargo, el pleno decidió que Just siguiera. El presidente ha declinado, por el momento, pronunciarse públicamente sobre su futuro. Prefiere esperar a comunicar abiertamente sus planes.
Por último, el Centre de Lectura de Reus abrirá también un proceso electoral al haber completado Lluís Miquel Pérez su segundo mandato de dos años, en mayo. Es habitual en la entidad permitir a los presidentes que encadenen hasta seis años consecutivos, si es que tienen voluntad de hacerlo y reúnen los avales, y parece que eso es lo que ocurrirá también con Pérez. Consultado al respecto, expresa la intención de agotar el margen y emplear estos dos últimos años en «centrarme en acabar las cosas que quedan pendientes». Como cabía esperar, al menos a estas alturas, tampoco nadie ha levantado la mano con la intención de armar una candidatura alternativa.
Pérez comenta que «la idea es terminar cerrando todas las cuestiones que ahora están abiertas y liquidarlas para que el presidente que venga a continuación pueda empezar su proyecto desde cero». De estos cuatro años en el cargo, expresa que «lo más desastroso ha sido la Covid» e incide en que la pandemia «ha supuesto económicamente una sacudida porque ha habido personas que eran socias y que, tras esto, ya no se han vuelto a apuntar». Así, «aún no hemos regresado a las cifras que tuvimos antes del virus», precisa: «Ahora somos unos 1.700 y perdimos un 20%, aunque mes a mes vamos creciendo un poco».
Hasta 2025, Pérez quiere focalizar los esfuerzos en «un programa de inversiones para llevar a cabo reparaciones de cuestiones pendientes en la casa para que la gente que entre la encuentre en condiciones» y «que eso no represente un problema para incrementar socios».
En cuanto a las obras de ampliación del Centre de Lectura, que arrancaron a finales de 2019 en la calle de la Puríssima Concepció y suponen la intervención de mayor envergadura de esta etapa, el presidente de la entidad constata que «están costando» y han vivido demoras respecto a lo inicialmente previsto. «Querría que estuviesen listas antes de iniciar el próximo curso pero seguramente finalizarán ya de cara al año que viene», especifica, con la vista puesta en 2024. El Centre de Lectura cuenta ya con un 85% de la financiación de las actuaciones.