Final de la legislatura municipal 2007-2011. El gobierno ‘tripartit’ de izquierdas, liderado por el PSC, se sacaba de la manga unos novedosos carriles bicis que compartían espacio con la calzada central del Tomb de Ravals. Las críticas le llovieron al por entonces concejal de Vïa Pública, Eduard Ortiz, especialmente desde la oposición, que encabezaba CiU con Carles Pellicer como portavoz. Con el cambio de gobierno quedó muy claro que este invento acabaría muriendo, en incluso el alcalde Carles Pellicer llegó a asegurar públicamente que si se dejaban de pintar (refiriéndose a estos carriles) al final se acabaría borrando.
Pues bien, seis años después, el Ayuntamiento de Reus, ahora con el PDeCAT (antigua Convergència Democràtica) al frente, recupera un proyecto que ahora ha sido bautizado como «vía preferente para bicicletas». Para ello, el Tomb de Ravals y la calle de Sant Joan han sido señalizados horizontalmente con indicadores de vía preferentes para bicicletas, con la limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora.
Así, se ha pintado una bicicleta en la calzada para reiterar que las ‘bicis’ tienen que circular por la parte asfaltada de la calle y no por la acera. El concejal de Urbanisme del Ayuntamiento de Reus, Marc Arza, enmarca estos trabajos en los cambios que se empezaron a implantar hace poco más de medio año y recuerda que las bicicletas, los coches y los peatones deben convivir con respeto, de acuerdo con la normativa municipal y superior en materia de circulación y civismo. En este sentido, el concejal añade que «es importante poner en valor estas medidas de dinamización del uso de la bicicleta en el centro de la ciudad y recordar a vehículos y a bicicletas que tienen que convivir con harmonía, respetando a los peatones, las vías prioritarias y los límites de velocidad».
Medidas en el centro
Con el objetivo de ordenar la circulación de bicicletas por el centro de la ciudad, y hacerla compatible con el tráfico de peatones, se implantaron hace medio año diversas medidas como espacios de aparcamiento y la señalización de itinerarios de entrada, a través de la calle del Vidre, de la plaza del Baluard y de la calle de Sant Pere Apòstol; y cuatro itinerarios de salida, por las calles de Vilar, Major, Fossar Vell, Hospital y Vallroquetes. En estas calles, la velocidad está limitada a 10 kilómetros por hora.