«Pedimos celeridad, que ya no se vuelvan a paralizar los trámites y que todo siga adelante a buen ritmo. En cuatro años, la transformación del barrio debería estar lista», defiende el presidente de la Associació de Veïns L’Harmonia del Carme, Josep Machado.
El pleno del Ayuntamiento de Reus aprobó por unanimidad, a finales de julio, la modificación urbanística que desencadenará la regeneración de lo que hoy es la zona azul de Closa de Freixa. El espacio va a dotarse de vivienda protegida, un aparcamiento y un Centre d‘Atenció Primària que supondrá el desdoblamiento del CAP Sant Pere. Los vecinos urgen a ejecutar los trabajos «tan pronto como sea posible».
Machado celebra el «gran consenso» que existe alrededor del proyecto, que recibió el apoyo de todas los grupos municipales y se desprende de un acuerdo a tres bandas entre el propio Ayuntamiento, el Incasòl y el CatSalut. Y celebra el paso decisivo que acaba de darse para su materialización.
Pero recuerda que «hace 20 años que esperamos que esto, que venía ya de 1999 con el Pla de Barris, se lleve a cabo. Y confiamos en que no pase demasiado tiempo más. Ya se ha alargado suficiente».
El trámite que recibió luz verde recientemente es, tal como especificó el gobierno, el detonante de todo. A partir de esto, el Incasòl se compromete a licitar la elaboración del proyecto de urbanización y el proyecto del aparcamiento, junto al del edificio que albergará el CAP, en un plazo máximo de tres meses desde que la modificación urbanística –que ahora es inicial– tome solidez y se vuelva definitiva.
Para el proyecto básico tiene un plazo de entre 14 y 18 meses. Y, una vez obtenida la licencia, se convocará el concurso público para las obras, que durarán alrededor de 24 meses. Todo el complejo costará algo más de 9 millones de euros.
En concreto, mediante la intervención, el Carme ganará 70 viviendas –27 protegidas y 43 de renta libre–, un aparcamiento subterráneo de una planta y con capacidad para un centenar de vehículos y el CAP. Entre los objetivos que persigue el proyecto están también la apertura de un vial entre la calle Closa de Freixa y la de Sant Jaume, la apertura de la plaza del Bisbe Grau, la ampliación de la calle de Sant Benet, la apertura de un vial con la prolongación de la calle de Sant Benet y dar continuidad a la conexión con el Tomb de Ravals.
Lo que vendrá «va a ser muy importante para el barrio y, por lo tanto, para la ciudad y para su centro», valora Machado, que destaca que «habrá más viviendas, vendrán más familias, y ampliaremos los servicios con el nuevo CAP».
Hacia septiembre, señala, «haremos una reunión de vecinos para abordarlo todo y también para que no queden atrás algunas cosas que se prometieron, como el paso de la calle del Vent a la de Sant Jaume, que debía hacerse este 2023», concluye el presidente de L’Harmonia del Carme.
