Costumbre e ilusión. Estos dos, fueron los ingredientes que se intuyeron este miércoles por la noche durante la espera de familias y grupos de amigos para ver la Processó del Prendiment, en el marco de la Semana Santa de Reus. En los diferentes tramos del que sería el recorrido, se pudieron ver a varios curiosos moviéndose de una acera a otra, con el objetivo de hallar la mejor de las perspectivas.
A las 20.25 horas, la plaza del Mercadal de Reus ya se había llenado de personas expectantes a la llegada de las cofradías participantes y organizadoras de la solemne Processó, es decir, la Confraria dels Sants Justs i Pastor, Jesús de L’Amargura y Sant Pere Apòstol. Como es habitual, también participaron los Armats de la Reial Congregació de Nostre Senyor Jesucrist.
Allí, en el Mercadal, se realizaría, más tarde, el canto de saetas, uno de los reclamos del encuentro que por primera vez se realizaría desde el balcón de la Casa Navàs.
El rumor de los tambores acudiendo a la cita, por otro lado, sirvió de guía a muchos de los espectadores en el Mercadal. El sonido les sirvió para calcular cuánto tiempo tendrían que seguir esperando.
Algunos de los comentarios, cazados al vuelo, celebraban, sobre todo, que «este año, por fin» verían la procesión. Y es que la pasada Semana Santa, la lluvia imposibilitó la realización de la procesión del Miércoles Santo y, si se suma a la inactividad por la pandemia, la ciudadanía echaba «mucho de menos» la celebración.
Numerosos reusenses esperaron con ganas, también, la aparición de los portantes de la Confraria dels Sants Just i Pastor, quienes este año han recuperado la costumbre de llevar un paso a hombros. En este caso, fue el paso penitencial del ‘Ecce Homo’. El reto físico fue muy aplaudido. Todos y cada uno de los movimientos realizados por los portantes, ya fueran reverencias o vaivenes totalmente coordinados, reflejaron días de ensayo, dedicación y perseverancia. Cabe recordar, además, que este objetivo cumplido desde la Confraria dels Sants Just i Pastor, vino motivado con el afán de llamar la atención de más gente joven y, así, asegurar el relevo generacional.
Algunos cambios
La Germandat de Sant Josep Obrer anunció ayer, a través de un comunicado, la suspensión este año, de la Processó Penitencial del Miércoles Santo –que realizaba en el barrio de Sant Josep Obrer de Reus– y el Via Crucis del Viernes Santo. También hicieron saber que no participarán esta vez en la solemne Processó del Sant Enterrament del Viernes Santo.
La razón de todo esto, expuso la agrupación en el escrito, es que «la anterior junta de gobierno, que presentó su dimisión el pasado enero, no devolvió una serie de materiales a la sede de la Germandat, y entre estos, estaban las vestas, el estandarte y dinero». Algo que la anterior junta, de hecho, desmiente rotundamente.
El actual presidente de la Germandat de Sant Josep Obrer, Josep Ruiz, que lleva en el cargo «desde hace un mes», expuso ayer al Diari que «hemos decidido que no podemos participar en la Semana Santa de Reus este año». La entidad, que suma alrededor de 40 personas, «aunque hará falta hacer recuento exacto», ya trabaja en la celebración del año que viene.
«Haremos acto de presencia, aun así, en algunas procesiones este 2022 al menos. Por ejemplo, tendremos el honor de participar en la Processó del Sant Enterrament llevando el estandarte de la Confraria Jesús de L’Amargura de Reus, algo que les agradecemos, pues supone un apoyo público importante», añadió Ruiz.