Cuatro de las ocho enfermeras que habitualmente prestan servicio en el Centre d’Urgències d’Atenció Primària (CUAP) Sant Pere de Reus están de baja, «la mayoría de ellas por ansiedad», según denuncia el sindicato USITAC, que atribuye esta situación a una «falta de liderazgo de la dirección, que deriva en múltiples conflictos». El sindicato lamenta el «impacto directo de todo ello en la ciudadanía», en palabras de las delegadas Isabel Barco y Antonia Bravo.
En alguno de los turnos «nos consta que tan solo hay dos» enfermeras, según sostiene el sindicato, que destaca la «profunda experiencia y alta calidad» de las afectadas. No disponer de ellas «incrementa el tiempo de triaje y las esperas, más allá de la pérdida del valor añadido que aportan».
El Institut Català de la Salut (ICS) explica que las bajas «están cubiertas», de manera que «la atención a los usuarios no se vea afectada». Además, afirma, «en los próximos días está previsto un encuentro entre la dirección del propio CUAP, el equipo de enfermería del centro y TCAI con el apoyo de la gerencia de atención primaria del ICS del Camp de Tarragona».
El CUAP Sant Pere atiende urgencias igual que el Hospital Sant Joan de Reus, así que «la población usa ambos equipamientos indistintamente. En un día tranquilo, pueden pasar por el hospital unos 130 pacientes», precisan desde USITAC.
El dato es relevante, pues en este tipo de asistencias, «la enfermería es el primer contacto que el enfermo tiene al llegar al CUAP». Eso «supone, a su vez, un momento crucial para la detección de las dolencias y de cara a los tratamientos, si es que los necesitase; ser resolutivo es clave».
«Alarmante»
Las bajas de las cuatro enfermeras «no se produjeron de golpe de un día para otro, sino que se han ido sucediendo», expone el sindicato, que se ha entrevistado con empleados, entre ellos algunos que cubren guardias, y extrabajadores del CUAP para apuntalar la información que aporta.
USITAC considera el panorama «alarmante y motivo de estudio exhaustivo» porque «claramente hace sospechar que algo no va bien y por supuesto que puede repercutir en la calidad asistencial del servicio».
En este sentido, el sindicato detalla que esta situación ya se trasladó al ICS a principios del pasado mes de abril mediante un comunicado de riesgos.
Habla también de un «insuficiente y mal abordaje». Pide que se realicen pruebas objetivas, como un test psicosocial, a las trabajadoras porque «vemos cómo su salud empeora con más labilidad emocional y nerviosismo». Reclama también a Atención Primaria del Camp de Tarragona que «tome cartas en el asunto», y «se aplique una solución rápidamente, que pasa por la dimisión de la dirección» encargada de las enfermeras.
«El ICS, en un inicio, había propuesto una mediación externa ‘entre las compañeras’, ‘cuando el problema es con la dirección’, finalmente se ha incluido a la dirección como correspondía», concreta el sindicato. Y avanza que «no descartamos, de no resolverse el problema, acudir a Inspección de Trabajo para poner una denuncia al ICS; esto no puede continuar así por más tiempo».
Otras fuentes indican, en esta misma línea, que ha habido médicos que dejaron sus puestos de trabajo en el centro por causas parecidas.