El territorio de la DO Montsant denuncia una situación de sequía extrema que, según aseguran, está poniendo en riesgo no solo la cosecha de este año (las previsiones apuntan a una disminución cercana al 50% de la producción respecto a la media de la DO), sino también el modelo socioeconómico de toda la región.
Este modelo se basa en la producción agrícola a pequeña escala, donde la viña tiene un peso muy importante, pero también en el paisaje y la oferta turística sostenible. Este modelo es el eje central que asegura el futuro del territorio y la base de su economía, y su desarrollo territorial se ve cada vez más amenazado por la escasa disponibilidad de recursos hídricos.
Por este motivo, desde el consejo regulador de la DO Montsant están trabajando para garantizar que las ayudas lleguen de manera urgente y se insiste en que, mientras se ponen en marcha las medidas para llevar el agua del Ebre hacia los embalses de la comarca del Priorat (Guiamets, Margalef y Siurana), se deben garantizar ayudas a la población para evitar su marcha y frenar el despoblamiento.
Así, en la comarca del Priorat se han puesto en marcha diferentes líneas de actuación, entre las cuales destaca la creación de un grupo de liderazgo formado por los principales agentes de la comarca, para abordar este tema de manera conjunta y trabajar en la fijación de medidas estructurales que garanticen el riego de apoyo y el agua potable. “Es fundamental construir una nueva mirada en la gestión hídrica de nuestras cuencas, y esta debe ser necesariamente plural para ser sólida y en beneficio de todos”, afirman desde el consejo regulador.
Desde la DO Montsant aseguran que continuarán trabajando de manera firme para construir y reivindicar medidas inclusivas que se ajusten a la realidad de todo su territorio, y que vayan más allá de las ayudas anunciadas hasta ahora de 450€/ha: “No podemos subsistir con estas ayudas porque no son una solución real para el territorio ni aliviarán el ahogo económico de nuestros viticultores, viticultoras y bodegas”, afirman.