La adicción al juego online y al uso compulsivo de Internet, en aumento

En cuatro años se doblan los jugadores virtuales. Un 15% de estos podrían tener riesgo de ludopatía. Los expertos recuerdan la importancia de abordar el tema desde la prevención

15 abril 2021 11:10 | Actualizado a 15 abril 2021 12:19
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«Quería parar de jugar, pero no podía. Entré en una espiral de mentiras y engaños y me sentía muy mal. No podía seguir así». Este joven de 27 años –que prefiere mantener su nombre en el anonimato– forma parte de las 670.000 personas que, entre los años 2019 y 2020, desarrolló en España un posible juego problemático o trastorno del juego.

La última encuesta Edades (sobre alcohol, drogas y otras adicciones) elaborada por el Ministerio de Sanidad entre febrero y marzo de 2020 –antes de la pandemia– revela que la adicción al juego online y al uso compulsivo de Internet ha ido en aumento durante los últimos años. En el primer caso, la cifra de personas que apuesta online se ha doblado del 2,7% de 2015 al 6,7% de 2019. Y de éstas, el 15,8% podrían desarrollar trastornos de adicción. En cuanto al uso compulsivo de Internet, en 2019 1.139.000 personas admitieron haberlo tenido, casi un punto más (3,7%) que el 2,9% de 2015.

El idilio de este testimonio conseguido por el Diari con las apuestas empezó cuando alcanzó la mayoría de edad. «Antes, cuando era un niño de 12 o 13 años, ya iba a echar cada semana la quiniela de mi padre y seguía los partidos de fútbol del fin de semana siempre pensando en los resultados que más me interesasen por la quiniela», comenta este joven.

Con 18 años recién cumplidos, «empecé a apostar por Internet, pero sólo apuestas deportivas. La bola se fue haciendo cada vez más grande y empezaron a llegar las primeras mentiras a mis padres. Les dije que no jugaría más, pero no fue así y lo seguía haciendo a escondidas. Todo el dinero que llegaba a mis manos acababa en las apuestas deportivas. Y llegó el punto en que cogí la cuenta de mi abuela y me hice una transferencia a la mía para apostar el dinero».

Punto de inflexión

El punto de inflexión en la historia personal de este joven llegó cuando perdió en las apuestas online mucho dinero de su abuela. «Me sentía muy mal y decidí marcharme de casa y desaparecer un tiempo. Escribí una carta a mis padres diciéndoles que me iba porque era incapaz de mirarles a la cara», explica. Después de un tiempo fuera de casa empezó un tratamiento en un centro médico para intentar curar su adicción a las apuestas online. «Empecé el tratamiento pero volví a recaer y regresaron los engaños a mi familia. Hasta hace seis meses, que comencé otro tratamiento y hasta el día de hoy llevo sin apostar», asegura.

Este joven, aunque reconoce sentirse «mucho mejor», sabe que «nunca acabas de curarte del todo. Aprendes a vivir con esto. Un ejemplo es que cuando veo un partido del Barça por televisión a veces tengo la tentación de apostar, pero lo que tengo que hacer es saber gestionar estos momentos». Por último, anima a todas las personas que puedan estar atravesando por este problema que «se pongan en manos de un profesional. Aunque antes lo primero que tienen que hacer es aceptar que tienen un problema».

Visión global

En el Servei d’Addiccions i Salut Mental del Hospital Sant Joan de Reus han empezado a tratar desde hace unos meses los primeros casos relacionados «con personas que se pasan mucho tiempo delante de una pantalla, ya sea por Internet, como juegos online, etc.», explica la directora de este servicio, Tre Borràs, quien aclara que «las adiciones tienen mucho que ver con las emociones, los estados de ánimo. La adicción es un síntoma de una situación mental disfuncional y hay que abordar el tema desde todos los puntos de vista». Por eso, tal y como recuerda Borràs, «el plan director se está replanteando para intentar que las dos redes (salud mental y adicciones) se acerquen y aborden el tema conjuntamente. Las unidades de juego están distribuidas de manera desigual en Catalunya. En algunas ciudades se vincula a salud mental y en otras a adicciones».

Por su parte, Antoni Llort, antropólogo de este servicio del Hospital Sant Joan, también considera importante «abordar el tema desde la prevención y entender que gran parte del espectro que consume no es problemático. Se trata de visibilizar todos los puntos de vista, no solo la parte negativa, porque si no se acaba generando un rechazo de las personas hacia ese fenómeno», en este caso el juego online.

En este sentido, Tre Borràs añade que «en cualquier consumo, y en el de las pantallas también, siempre hay un grupo de consumidores que acaba teniendo una relación complicada y negativa. Pero con las sustancias hemos aprendido a mirarlas de otra manera y tendríamos que lograr lo mismo con los consumidores de pantallas. Porque hay una parte que no tiene problemas y que el consumo genera un placer en muchas personas sin ser negativo».

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