¿En qué momento sintió que su cuerpo no se adecuaba a su género?
Empecé a identificarlo en cuarto de ESO. Yo ya hacía tiempo que sentía que algo no cuadraba. Al no tener herramientas ni información, no fui consciente de lo que me ocurría.
¿Y decidió transitar?
Al ser menor, no pude acceder a las hormonas sin el consentimiento de mis padres, así que tuve que plantearlo en casa.
¿Fue complejo explicárselo a los amigos y la familia?
En mi caso fue complicado, sí, tuve que esperar hasta los 18 años para transitar. Fue entonces cuando contacté con un punto de atención a la salud de las personas trans. Me dieron una perspectiva distinta, pero sobre todo un acompañamiento psicológico y humano muy cercano. Te dan el tiempo y el espacio que necesitas, es un servicio que se adapta a ti.
¿Ha pensado en operarse?
Me lo he planteado. La operación de pecho, concretamente. Es de la que hay más información y está mejor trabajada. Las otras se encuentran en un nivel experimental. En mi caso, no me genera inseguridad.
¿Cree que el colectivo trans es lo suficiente visible?
Es cierto que cada vez hay mayor visibilidad. Aspectos como la ley trans en Catalunya nos han dado un impulso. El movimiento se está descentralizando cada vez más.
En Reus, forma parte de H2O, que defiende los derechos de la comunidad LGTBIQ+. ¿Qué objetivos tiene la entidad?
Nace para descentralizar el movimiento. En estos últimos años, se ha confirmado el relevo generacional. Desde H2O, queremos concienciar a la sociedad del Camp de Tarragona, con información de calidad y de primera mano.
¿Cuáles serán los próximos pasos a seguir?
Uno de nuestros objetivos es entrar en la administración. Hay asociaciones LGTBIQ+ al pie del cañón, pero sabemos que trabajando con la administración podemos llegar a más gente.
¿Cómo se estructura H2O?
Hace poco hubo elecciones en la entidad y salió reelegida la actual presidenta, Berta Mascaró. De cara al siguiente curso, tenemos pensado modificar el sistema de trabajo con la creación de comisiones de trabajo, tenemos pensadas la del equipo artístico, formación y prevención. Con ellas queremos que la militancia tenga más poder de decisión. Queremos funcionar como una red.
¿Cuál es la situación actual de los episodios tránsfobos?
Ahora estamos algo más tranquilos. Continúan existiendo casos, por supuesto, sobre todo en los institutos. Es algo que nos choca mucho. Hay casos que afectan ya no solamente a la gente trans, sino también a otra del colectivo. Ahí es donde entramos nosotros: impartiendo talleres y actividades en los centros educativos de secundaria.
¿Cree que los estereotipos dañan aún al colectivo?
La diversidad aporta riqueza. Intentamos que todas las personas encuentren un lugar en el que se sientan seguros, sin prejuicios.
¿Qué le diría a las personas que quieren dar el paso?
Si tienen dudas y necesitan información en el Camp de Tarragona, hay servicios que proporcionan atención y acompañamiento. Que no tengan miedo, porque el camino que uno elige siempre es válido y no hay uno incorrecto.
