El futuro skatepark de Reus ya se vislumbra en el espacio entre las piscinas municipales y el Parc de la Festa. El gran bowl central, con forma de piscina, está prácticamente finalizado, las zonas de patinaje y olas están listas... También el parque de calistenia está muy avanzado, se están definiendo los caminos que recorrerán la zona y se está acabando de ultimar la vegetación.
«Estamos alrededor del 90% de ejecución», calculaba esta mañana el alcalde de Reus, Carles Pellicer, durante la visita de obras, por lo que el nuevo equipamiento podría estar operativo en septiembre. Los trabajos, adjudicados a la empresa Servidel SLU por un importe de 904.638,23 euros, encara ya la recta final, a falta de instalar, en las próximas semanas, el mobiliario, cartelería, completar el alumbrado y la pavimentación de algunas zonas del parque.
Cabe recordar que, a pesar de que la construcción del nuevo skatepark es el eje central a raíz de una larga reivindicación, el proyecto se concibe dentro de un gran parque urbano y de recuperación del paisaje y valores ecológicos, con un total de 13.013 metros cuadrados de superficie.
Por un lado, habrá una zona deportiva dividida en tres áreas: skatepark, parque de calistenia y área de petanca. Por otro, se crea un nuevo parque público, con espacios de relación, deporte y descanso. «Un proyecto integrador que actuará de polo de atracción», ha subrayado la concejala de Urbanisme, Marina Berasategui. También ha destacado el corredor verde «como un espacio biodiverso y conector ecológico», con vegetación típica del bosque de ribera, y la gestión del agua, con la reconducción del agua de lluvia para regar y la recuperación de la Mina de Fortuny, de la mano de Aigües de Reus.
Para todos los niveles
Como ha detallado el concejal de Esports, Pep Cuerba, el nuevo skatepark se concibe como la instalación deportiva central y cuenta con espacios para todos los niveles y distintas modalidades deportivas: skaters, patinadores en línea, bikers y scooter riders. En la zona central hay el gran bowl, con forma de piscina, con tres hips. La profundidad es de entre 175 y 230 centímetros. Por otro lado se ha habilitado una mini bowl para iniciación, con forma de gota; y finalmente, zonas de patinaje y de olas en el extremo sur. También habrá una mesa con elementos para finger skate, la versión de skate en miniatura en la que se usan los dedos de las manos en vez de las piernas para realizar las mismas maniobras.
Incluso las estructuras del parque de deslizamiento se han diseñado para recoger el agua de la lluvia, como es el caso del bowl. El agua será reconducida hacia un gran depósito subterráneo para regar el parque.
En cuanto a los elementos de calistenia, se ubican en la zona donde había el antiguo skatepark, entre dos zonas de descanso, en un área de pradera natural marcada por caminos perimetrales. Finalmente, la zona de petanca está en el oeste del parque, travesando la Riera de la Font dels Capellas, e integrada en el espacio con plantación de moreras que facilitan el descanso.
De la mano de los usuarios
El proyecto, diseñado por SCOB, SLP, ha tenido en cuenta las opiniones y necesidades del colectivo de la ciudad. Y es que cabe recordar que el proyecto parte de las reivindicaciones que usuarios del antiguo skatepark de Reus habían hecho durante años. Como recordó ayer Carles Pellicer, el antiguo equipamiento estaba en «condiciones lamentables».