La continuidad del Mercat del Carrilet en su ubicación actual, planes de choque para la limpieza de barrios y parques infantiles o intervenciones urgentes de poda en 800 árboles coparon el arranque del periodo 2023-2027 en el Ayuntamiento de Reus.
El gobierno local (PSC, ERC y Ara Reus), encabezado por primera vez en la historia por una alcaldesa, la socialista Sandra Guaita, también ha desarrollado iniciativas abordadas por el anterior equipo, como la segunda fase de la pacificación del entorno de la plaza del Víctor, la modificación urbanística para la transformación del Carme con el desdoblamiento del CAP Sant Pere o las obras de reforma del acceso del Mercat Central vinculadas al Gastromercat. Ha impulsado la licitación para levantar 132 pisos protegidos en Mas Iglesias y la implantación del servicio de bici pública, así como la infraestructura para recorrer la ciudad a pedales.
En los 100 días de mandato que se consumieron coincidiendo con Misericòrdia, el ejecutivo ha empezado a trabajar en un nuevo Pla d’Acció Municipal (PAM), que contará con un proceso participativo, incorporará una parte del Pla Estratègic Reus Horitzó 32 y quedará listo en enero. Y prepara, tal como exige el calendario, los presupuestos 2024, sin haber desvelado todavía si se tocarán ordenanzas fiscales.
El plan de movilidad para el núcleo antiguo, que limitará el acceso de vehículos a las calles más céntricas, fue quizás el primer fuego. Carles Prats (ERC), concejal de Empresa i Ocupació, dejará el cargo en el pleno del viernes y le relevará Òscar Subirats.
El gobierno realizará pronto su balance de estos tres meses y pico. Pero la oposición ha puesto fin ya al periodo de gracia: cuestiona las limitaciones al tráfico en el centro, exige bajar los impuestos y apunta inseguridad, afea el lema de la pancarta que se empleó en los minutos de silencio por los últimos feminicidios, pide más limpieza y señala problemas de circulación derivados del despliegue de los carriles bici.
«Nos encontramos con un gobierno de PSC, ERC y Ara que no da sensación de firmeza ni está cohesionado», critica la portavoz de Junts Per Reus, Teresa Pallarès, que pregunta «de dónde salen los 50.000 euros del plan de choque de limpieza» y denuncia «falta de concreción» sobre el futuro del Mercat del Carrilet. «Hay una plataforma que está recogiendo firmas contra el modelo de cierre del núcleo», añade.
Al frente de Vox, Julio Pardo pone el foco en que «el gobierno no ha hecho ninguna actuación buena para la ciudadanía». «La inseguridad sigue creciendo y también los problemas de circulación agravados por los carriles bici», precisa.
Y la portavoz del PP, Sílvia Virgili, admite que «100 días no dan para mucho», pero «los vecinos comentan que las calles no están tan limpias como deberían, nos preocupa la seguridad y no vemos que mejore, y los actos de Misericòrdia han sido solapados y no priorizaron la calidad». «Sobre los impuestos, una rebaja es vital y posible», concluye.
Por su parte, la portavoz de la CUP, Mònica Pàmies, valora estos 100 días «con preocupación e insatisfacción» y teme que «este sea un mandato continuista de Pellicer». «Nos preocupa la falta de acción sobre el presupuesto», indica. Y se muestra «alarmada por la omisión del cordón sanitario para parar la entrada del fascismo en el consistorio». Pàmies ve «inadecuado» el uso de la pancarta con el mensaje No a la violència ante los feminicidios porque «no está a la altura de la gravedad de esto».