El Mercat del Carrilet comienza en junio su vida extra. El gobierno, que en un principio había resuelto cerrarlo el 29 de este mes, rectificó luego para alargar el servicio hasta 2024. Entre una decisión y otra transcurrió prácticamente un año de movilizaciones de los 14 negocios que, ahora, siguen atendiendo a la clientela tras el mostrador y afrontan la nueva etapa con «mucha ilusión, aunque nos sentimos abandonados». En la que había sido programada como la fecha de la desaparición del Carrilet, la veintena de paradistas que lo mantienen activo recuerdan al Ayuntamiento los compromisos que contrajo cuando anunció la prórroga. Pero, sobre todo, quieren que la empresa municipal «se abra a la entrada de nuevos operadores que puedan aportar productos que no tenemos», explica la presidenta de los paradistas, Maria Jesús Querol. El gobierno lo descarta.
El colectivo piensa, por ejemplo, en una panadería. El Ayuntamiento hizo público en un primer momento que estudiaría esta posibilidad pero, poco después, le cerró la puerta «por cuestiones legales» y las opciones de instalarse en el Carrilet se limitan al relevo en las paradas que pudieran quedar vacantes entre 2019 y 2024. Los vendedores lamentan que con el gobierno «ya no nos hemos vuelto a reunir, pese a que nos pidieron colaboración en los siguientes años» y han acordado solicitar la cita ellos mismos, ya que «nadie se dirige a nosotros», añade Querol.
Los paradistas piden que Reus Mobilitat i Serveis, tal como prometió, lleve a cabo intervenciones «necesarias y sencillas» en el edificio, como «una capa de pintura o la reparación de las baldosas rotas», y que promocione el Carrilet con la misma intensidad que el Mercat Central. Se quejan de que «acabamos asumiendo tareas que no nos tocan; no deberíamos tener que reclamar cada cosa, venimos a trabajar, que es lo que queremos».
El mercado, que habría cerrado a finales de junio, estrena ahora una vida extra hasta 2024Lo que sí había propuesto el Ayuntamiento a los actuales vendedores coincidiendo con este nuevo momento era concentrarse en una parte de la superficie del Carrilet para trazar una línea continua entre los negocios abiertos, al considerar que los módulos vacíos generan desconexión y que la sala también podría ser estéticamente más agradable. El gobierno sostiene que los paradistas lo han rechazado. El coste del traslado, si se hubiese materializado, habría corrido a cargo de los propios negocios. En este aspecto, Mari Carmen Hidalgo, de la Peixateria Ortiz, apunta que nosotros tenemos unas instalaciones específicas, tenemos una máquina de hielo, una cámara de frío... el precio de movernos unos metros es elevado y todavía más si el Ayuntamiento no se accede a que podamos estar aquí más allá de tres años».
La opción de una cooperativa
Este es el gran objetivo de los paradistas: que 2024 deje de figurar en el calendario como la nueva fecha de cierre del Carrilet. Para ello, son conscientes de que necesitan que el mercado crezca y aumente su oferta. También critican, en este aspecto, que Reus Mobilitat i Serveis «llevaba ya tiempo sin facilitar que nadie nuevo viniera, antes de todo esto». Están decididos a que los espacios vacíos se llenen otra vez, «priorizando la entrada de operadores y artículos que nos faltan» pero sin descartar ningún escenario. En el mismo sentido, Hidalgo detalla que «una de las cosas que estamos mirando es si legalmente podríamos formar una cooperativa y alquilar las paradas nosotros mismos, de nuestros fondos, de nuestras cuotas, asumir los gastos con nuestro dinero de reserva y poner alguna dependienta», incluso si el proyecto no les reportase beneficios. La idea es una de las muchas que se han puesto sobre la mesa, teniendo en cuenta que «hemos visto que venía gente a preguntar, interesada por incorporarse». En esto cuentan con el apoyo de clientela y vecinos, que les dieron más de 3.000 firmas para permanecer abiertos y que celebran la nueva vida del Carrilet.
Los paradistas insisten, igualmente, en la necesidad de que reabra el establecimiento de bar, que ha bajado la persiana recientemente. El Mercat del Carrilet cuenta ahora con máquinas de café que «pueden ser un complemento pero no deben ser un sustituto».
En el mercado ha calado la sensación de que «el anuncio de la prórroga fue, más que otra cosa, una escenificación», valora Tonyi Juan, de la Polleria Felisa, que lamenta que «el Ayuntamiento está volviendo a caer en comprometerse a hacer cosas que no se cumplen». Sobre los obstáculos legales en los que el gobierno basa la imposibilidad de que se reactiven paradas vacantes del Carrilet, Juan avanza que «queremos saber cuáles son estos obstáculos exactamente, porque no hemos podido» y recuerda que «también nos contaban que la ley no permitía que siguiésemos aquí pero se encontró la manera». «Lo estamos mirando con los abogados», dice, y expresa que «parece que volver a la guerra es la única forma de mover cosas».
«Cogimos la nueva tapa con mucha ilusión pero nos tienen abandonados», apunta Patricia Sánchez, de la Peixateria Casas, que se pregunta «por qué, por una parte, nos dicen que la prórroga es hasta 2024 y que no tiene sentido abrir paradas e invertir para tres años pero, al mismo tiempo, nos piden a nosotros que invirtamos para concentrarnos durante los mismos tres años». «Si nos diese más tiempo, es evidente que lo haríamos encantados e incluso podríamos pensar en ampliar paradas», añade. Casas también llama la atención sobre cuestiones de mantenimiento pendientes y dice que «se nos estropeó la compactadora y aún no se ha arreglado».
Fuentes municipales sostienen que «según lo previsto por acuerdo de la Junta de Govern, las paradas del Mercat del Carrilet que han quedado vacías por cese de los paradistas que lo eran a fecha del 12 de abril de 2019 están a disposición de posibles nuevos paradistas». Es decir, se pueden cubrir espacios que queden libres ahora pero no los que ya lo estaban. Así, «hasta el momento se ha producido el cese de dos paradas y se ha atendido a diversos interesados en ocuparlas, sin que hasta el momento se hayan recibido ofertas». En cualquier caso, aclaran las mismas fuentes, «el acuerdo solo prevé la ocupación de las paradas ya existentes y no permite la posibilidad de ampliar la capacidad del Mercat, teniendo en cuenta que todos los contratos finalizarán a fecha de 30 de junio de 2024».
Mantenimiento pendiente
Sobre las mejoras en el edificio, el Ayuntamiento apunta que «las actuaciones iban dirigidas a cambiar de sitio las paradas para compactar el mercado según las dimensiones actuales pero alguna parada ha preferido mantener su ubicación y nohabrá cambio». A pesar de esto, prosiguen fuentes municipales, «lo que se refiere a trabajos de mantenimiento del espacio está contemplado y se irá haciendo siempre que sea necesario». El gobierno espera activar este año un proceso participativo sobre el futuro del ámbito urbanístico del Carrilet.
