Dos conductores de patinetes eléctricos de Reus serán sancionados con sendas multas de 1.000 euros después de haber dado positivo en la prueba de alcoholemia a la que fueron sometidos por la Guàrdia Urbana. Ambos fueron detectados sobre la medianoche de este jueves a viernes en un intervalo inferior a la hora.
La primera intervención policial se produjo a las 23.28 horas de este jueves día 15 en la plaza Hèrcules. Una patrulla interceptó a un conductor porque presentaba síntomas de ir ebrio ya que efectuaba una conducción errática. En la primera prueba con el etilómetro de muestreo dio 0,79, mientras que en el evidencial la cifra subió a 0,85, más de triple del límite permitido.
Poco después, a las 00.15 horas, la Guàrdia Urbana recibió el aviso de un ciudadano sobre un hombre que estaba tumbado en el suelo en la avenida Del Comerç y que se había accidentado con su patinete eléctrico. También indicaba que parecía que estaba ebrio.
La patrulla se desplazó al lugar y el hombre confirmó que había sufrido un accidente. En la prueba prueba de muestreo dio una tasa de 1,28. Sin embargo, cuando se le realizó con el evidencial dio una tasa de 1,49 (casi seis veces el límite permitido) y 1,38.
El conductor no presentaba lesiones y rechazó la asistencia médica.
A los patinetes eléctricos (o vehículos VMP) se les aplica la misma normativa que al resto de vehículos a motor. Por ello, los conductores tienen prohibido conducir bajo los efectos del alcohol. Así, el límite establecido es de 0,25 mg por litro de aire aspirado.
Mientras, desde el Servei Català de Trànsit se ha impulsado una especie de ordenanza base para regular el uso de los patinetes eléctricos.