El puente de la Purísima marca, tradicionalmente, el pistoletazo de salida de la campaña de Navidad para los comercios. Pero desde hace unos años, el Black Friday avanza unos días este inicio y actúa ya como «un primer indicador», como señala la presidenta de la Unió de Botiguers de Reus, Meritxell Barberà.
En líneas generales, este primer termómetro ha mostrado que la «gente tiene muchas ganas de comprar», como lo indica el presidente del Passeig Comercial El Pallol, Pau Salvadó, por lo que el sector espera superar la campaña pasada, aunque todavía se ve difícil igualar las cifras de 2019. «Las calles están animadas y se empieza a respirar ambiente navideño, pero creo que todavía nos tendremos que esperar un año para recuperar el pulso preCovid», opina el presidente de El Tomb de Reus, Jacint Pallejà.
Durante el viernes y el fin de semana pasado se vio mucho ambiente por las calles más céntricas de Reus. Muchos paseaban atraídos por las luces navideñas, el árbol instalado en la plaza del Mercadal o las bolas luminosas de la plaza de la Llibertat y la de Prim, pero también aprovechaban para realizar compras. De hecho, para muchos comercios fue una buena arrancada de la campaña, notando especialmente un incremento en las ventas de abrigos, jerséis tapados y complementos como bufandas o gorros a raíz de la llegada repentina del frío, después de las fuertes lluvias.
Según comentaban varios comercios de la capital del Baix Camp, el Black Friday se ha introducido ya como una fecha señalada que los consumidores ya esperan. «Este año se ha notado, y lo que hemos visto es que las compras ya no se concentran en el viernes, sino que se han repartido a lo largo de unos 15 días aproximadamente», detalla Pau Salvadó desde El Pallol. Pero se trata de un sector heterogéneo y, como recuerda Jacint Pallejà, «hubo de todo». Desde la tienda de moda Gran Vía, en la calle Llovera, Yolanda Pérez comenta que, en su caso, fue trabajando toda aquella semana pero que, justamente el viernes «fue fatal» y, al igual que otros comercios de la zona, decidió no abrir el domingo.
Otros, como La Caseta de l’Arbre –tienda de ropa y complementos para bebés en la calle Peixateries Velles–, optan por no hacer el Black Friday «porque apostamos por otro tipo de comercio más concienciado, de compras responsables. Queremos alejarnos del consumismo, del comprar porque está rebajado ni que no sea necesario», explica Sandra Salomó desde La Caseta de l’Arbre, adheridos a Comerç Solidari.
Aunque el Black Friday pueda ser un primer empujón para algunos, es ahora, con el puente de la Purísima, que realmente se da inicio a la campaña comercial de Navidad y, de momento, las expectativas son altas. Y es que lo que se percibe es cierta «alegría» entre la gente, lo que se traduce en «más ganas de comprar», se detalla desde el sector.
Por ahora, «esta semana está siendo más floja comparada con la pasada, pero las perspectivas son buenas», comenta Patri desde la tienda de ropa 4x4, en la calle Llovera. Esta es también la previsión que se hace desde las distintas asociaciones comerciales de la ciudad, que confían que ésta sea una buena campaña. El presidente del Passeig Comercial El Pallol, Pau Salvadó, coincide en que estos días, «el consumo está más parado», pero explica que es normal, dado que «la gente se reserva para el puente», que es cuando espera que se pongan en marcha las ventas de Navidad.
«El puente es, después del Black Friday, el segundo indicador. Tendremos cinco días consecutivos, desde este sábado hasta el miércoles, que servirán de termómetro. Son fechas que, tradicionalmente, se traducen en ventas», señala la presidenta de la Unió de Botiguers de Reus, Meritxell Barberà. También indica que se está notando una mayor apuesta por el comercio local y de proximidad por parte de los consumidores: «Mucha gente comenta directamente que no quiere comprar por Internet, que apuestan por las tiendas locales», lo que valora de forma muy positiva dado que «esta es la idea, apostar por la economía local», recuerda.
Para Salvadó, que se note en el ambiente estas ganas de comprar se debe, en parte, a la recuperación de los encuentros sociales. «En un sector como el de la moda, por ejemplo, durante un tiempo la gente no ha salido demasiado, por lo que no se compraba prácticamente ropa. Ahora, al recuperarse estos encuentros, la gente quiere arreglarse de nuevo», detalla.
A pesar de las buenas sensaciones, desde el sector también hay ciertas expectativas por cómo acaba yendo la campaña. Y es que lo que se ha notado es que hay gente que ha comprado con previsión «y, por ejemplo, se han avanzado compras navideñas durante el mes de noviembre», cuenta Pau Salvadó. «En octubre, los Bons Reus Tardor funcionaron muy bien y muchos clientes aprovecharon para hacer compras de Navidad», relata por su lado Sandra Salomó desde La Caseta de l’Arbre.
Luces, pista de hielo y mercado
Estos días también se han puesto en marcha varias propuestas que actúan como polo de atracción, incentivando a la gente a salir de casa y potenciando la campaña de Navidad. En este contexto, el viernes de la semana pasada se encendían las luces ornamentales, el árbol de Navidad instalado en la plaza del Mercadal y las bolas luminosas de la plaza de Prim y la Llibertat. También en este último punto, desde la semana pasada está en marcha la pista de hielo y varias atracciones para los más pequeños.
A todo ello, se suman los dos mercados tradicionales, puestos en marcha esta semana: en la plaza Evarist Fàbregas hay el de artesanía (abierto hasta el 5 de enero), y en el Mercadal, el de Navidad (hasta el 22 de diciembre), con un total de 19 estands donde se pueden comprar árboles de Navidad, tions, figuras del pesebre y otros adornos navideños. Como medida contra la Covid, se mantiene la distribución de las casetas en forma de ‘U’ ya adoptada el año pasado.