Pese a haberla inaugurado el 19 de marzo con los primeros vuelos, el Aeropuerto de Reus acabará de entrar de lleno en la temporada alta este mes, cuando culminará el despliegue del grueso de la cuarentena de conexiones esperadas para el verano 2024.
Y es que mayo trae consigo la apertura de los vuelos entre la capital del Baix Camp y Londres-Stansted, de Jet2.com; y también con Belfast, Birmingham, Bristol, Glasgow, Londres-Gatwick, Manchester, Newcastle y Bruselas operados por TUI y por TUIFlyBelgium.
Estos 9 enlaces se suman a los 24 que ya estaban activos en el aeródromo: la programación íntegra de Ryanair y la mayoría de la de Jet2, así como París-Orly de Vueling y el regreso de EasyJet, que incluye Londres-Luton y Manchester.
Quedará pendiente de ponerse en marcha el único destino estatal con Reus, Palma de Mallorca, que despegará el 18 de junio y estará vigente hasta el 7 de septiembre de la mano de Air Nostrum, con sus saltos interbaleares.
También los estrenos de la campaña, que se concretan en la irrupción de Travel Solutions –Belfast, del 15 de junio al 24 de agosto, con BA CityFlyer– y la de DER Touristik –Praga y Pardubice, ambas del 11 de junio al 1 de octubre, con la compañía Smartwings– en forma de chárteres y que representarán alrededor de 6.500 billetes. Y un par de rutas de TUI, Aberdeen y Cardiff.
El Patronat de Turisme de la Diputació de Tarragona trabaja con la previsión de lograr entre 1,1 y 1,2 millones de pasajeros durante la temporada 2024, teniendo en cuenta que la oferta de asientos es de aproximadamente 1,3, un 16% más que el año pasado. En el global de 2023 los viajeros fueron 1.044.479.
El Aeropuerto ofrece trayectos a 8 países este verano: Reino Unido, Irlanda, Países Bajos, Bélgica, Alemania, Francia, España y República Checa. Serían 26 destinos.
El puente, en cifras
De momento, con cifras aportadas por Aena, el puente de mayo, de martes a domingo, cierra con unos 163 vuelos. El día de mayor intensidad fue ayer, sábado, cuando se registraron 42 operaciones comerciales, seguido del martes 30 de abril, que dejó 30. El 1 de mayo fueron 22, el jueves hubo 18 y el viernes, 24. Hoy se contemplan 27. Los datos tienen complicada comparativa con los de 2023, cuando hubo 102, por la distribución en que cayeron los festivos.
La mayoría del turismo va a Salou
El verano pinta bien y quienes reciben el primer impacto de estas sensaciones positivas son los taxistas que trabajan en el Aeropuerto. Desde la parada del aeródromo, uno de los profesionales, Carlos Marín, explicaba ayer que «al menos de momento, estamos contentos».
Aunque «la cosa ya no se puede comparar con la pandemia, porque en 2022 la gente se volvió loca por salir después del confinamiento y hubo muchísimo movimiento, sí es cierto que parece que volvemos a la situación preCovid». «Sobre todo llegan ingleses y alemanes, ahora que ya no hay rusos», precisaba.
En breve, Aena ofrecerá las estadísticas de operaciones de abril, que serán un primer termómetro teniendo en cuenta que este año el aeródromo salió del letargo invernal un poco antes de lo habitual, durante la Semana Santa.
El perfil del usuario del Aeropuerto de Reus, a grandes rasgos, con información hecha pública por Aena, se corresponde con el de una mujer, de cerca de 40 años, de origen británico y que se desplaza para disfrutar de unos días de vacaciones.
Otra taxista, Roberta Belfiori, detallaba a su vez que «muchos de los turistas que llegan nos piden ir a Salou y Cambrils. Diría que se trata de un 95%. A Reus, de entrada, van pocos, aunque luego sí hacen excursiones y visitas». En los últimos días, coincidiendo con las lluvias de la semana pasada, «hubo algunos vuelos desviados desde Barcelona, así que también trabajamos para llevar pasajeros allí».
El equívoco del ‘Reus (Barcelona)’
Pero el mal tiempo no es el único motivo que lleva a Reus turistas que esperaban aterrizar en Barcelona. El hecho de que algunas aerolíneas, como por ejemplo Ryanair, comercialicen los billetes para el aeropuerto reusense como Reus (Barcelona) genera, a veces, confusión y equívocos.
«Todavía más de uno llega aquí pensando que es Barcelona y, cuando ve que no, pide que lo acerquemos, aunque no son muchos», comentan los taxistas.