La Llotja de Reus y sus 713 años de historia han ‘vivido’ numerosos cambios -como el paso de un sistema presencial a la cotización telemática-, pese a los que ha seguido siendo una lonja de referencia en productos como la avellana, los huevos o la algarroba. Desde sus orígenes hasta hoy, el Mercat dels Dilluns ha influenciado en el contexto comercial de la ciudad y las comarcas del territorio Cambra. Por ello, ahora que los jóvenes vuelven a llenar su espacio, es imprescindible dar a conocer su tradición y funcionamiento.
Así, la Cambra de Comerç de Reus recuperaba ayer la iniciativa el Taller de la Llotja, en una edición que contará con varias sesiones y más de 300 alumnos de 4º ESO, 1º Bachillerato y ciclos formativos de distintos centros de la demarcación. Además, en la presentación, se firmó un convenio entre la Cambra, la Llotja y el Institut Baix Camp, a raíz del programa Innova FP, para la definición y ejecución de las sesiones.
El objetivo de la jornada era «conectar lo que pasa en las aulas con la realidad económica y cotidiana», describe Daniel Recasens, concejal de Educació. Por ello, los estudiantes del CFGS de Asistencia a la Dirección del Institut Baix Camp pudieron experimentar de primera mano cómo eran las mesas de contratación, mediante una simulación activa.
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Como si de una subasta se tratase, los jóvenes descubrieron las mecánicas del ancestral sistema de negociación. «Me niego a rebajar el precio por la calidad del producto, pero necesito vender para ganar dinero y que se siga produciendo», reflexionaba una de las alumnas, totalmente implicada en su papel.
Porque, como «los precios se consensúan entre diferentes operadores para que sean vinculantes y sirvan de referencia», apuntaba Isidre Guinjoan, responsable de la Comissió de la Llotja; el alumnado –en grupos de 6 a 8– adoptó el rol de distribuidores, productores o compradores con el propósito de debatir y conocer el ‘poder’ de cada uno en el sistema comercial.
De este modo, y a partir del listado de precios de referencia de la Llotja de Reus, los estudiantes aprendieron a justificar las oscilaciones semanales, sus repercusiones y beneficios; y trabajaron conceptos como oferta, demanda, calidad o producción.
En los próximos días, participarán el Institut Domènech i Montaner, el Col·legi Maria Rosa Molas, el Institut Joan Tapiró y el Institut Salvador Vilaseca de Reus; el Institut Ramon Berenguer IV de Cambrils, el Institut Julio Antonio de Móra d’Ebre, el Institut Joan Guinjoan de Riudoms, el Institut Antoni Ballester de Mont-roig del Camp y el Institut de Flix.
Todos ellos, además, serán obsequiados con productos de los que se cotizan en la lonja reusense, cortesía de algunas empresas de referencia del sector agroalimentario que abarca la Cambra de Comerç: Crisol, Unió, Concentrados Costa, Borges, Coselva y la DOP Avellana de Reus.
